Sabancaya, un volcán joven en erupción

Las erupciones volcánicas son recurrentes y, generalmente, se manifiestan de manera similar durante nuevos procesos eruptivos. En nuestro medio, ello es evidenciado por la actividad eruptiva reciente del volcán Ubinas (región Moquegua) ocurrida durante las últimas décadas: 2006-2009; 2013-2017 y 2019, episodios en los que ha presentado sin variación un Índice de Explosividad Volcánica (IEV) igual a 2, en una escala que va del 0 a 8, cuyo valor está referido a la magnitud de las erupciones.

De manera similar, el volcán Sabancaya (región Arequipa) presentó su último proceso eruptivo entre 1990 y 1998, es decir, 8 años de actividad continua. Posteriormente, en noviembre de 2016 inició un nuevo proceso eruptivo, el cual perdura hasta la actualidad, caracterizado por presentar explosiones volcánicas que generan columnas de cenizas y gases que, eventualmente, ascienden hasta los 3000 m sobre la cima del volcán, las que luego son dispersadas en diferentes direcciones y distancias. Queda claro que el actual proceso presenta un escenario eruptivo casi similar al acontecido en la década de los 90.

Durante el 2022, gracias al monitoreo continuo y en tiempo real que realiza el Instituto Geofísico del Perú (IGP) a través del Centro Vulcanológico Nacional (Cenvul), se ha detectado en el volcán Sabancaya un promedio de 33 explosiones por día, valor considerado como un nivel de actividad bajo si lo comparamos con los primeros años de actividad eruptiva (2016-2017).

Dicha actividad explosiva ha presentado valores máximos de hasta 74 eventos observados en 24 horas; asimismo, datos satelitales de tipo térmico indican actualmente la presencia de un pequeño cuerpo de lava sobre la superficie del cráter, el cual no representa peligro para las poblaciones ubicadas a más de 12 km del volcán. Además, la actividad sísmica detectada diariamente en el Sabancaya, así como la deformación superficial que presenta y que es atribuida a la actividad dinámica del volcán, son claros indicios de que la erupción continuará durante los próximos meses o incluso años.

El IGP informa semanalmente a las autoridades y población del valle del Colca sobre la evolución del comportamiento dinámico del Sabancaya, mediante la emisión de boletines vulcanológicos que son difundidos por diversos canales y medios de comunicación. En ellos se recomienda mantener el nivel de alerta en color naranja, el cual está vigente desde el inicio de la erupción en 2016, no acercarse a un radio menor de 12 km del cráter y tomar medidas preventivas en caso de que produzca la caída de cenizas.

Por lo pronto, la actividad del volcán Sabancaya no se detiene. Por ello, el IGP está comprometido con la vigilancia permanente de dicho volcán para la emisión de información oportuna en salvaguarda de la población. Así, seguimos haciendo “Ciencia para protegernos, Ciencia para avanzar”.