El 6 de noviembre de 2020, el volcán Sabancaya, en la provincia de Caylloma, cumplió 4 años de actividad eruptiva ininterrumpida, proceso que ha podido ser observado por cualquier visitante al valle del Colca, ser visto desde un avión o ser distinguido desde la ciudad de Arequipa o algún tramo de la carretera Panamericana sur. Este evento de la naturaleza asombra y plantea interrogantes, como qué genera tal actividad y por qué tiene tal duración.
A diferencia de otros volcanes en el mundo, el Sabancaya, como muchos otros volcanes peruanos, desarrolla procesos eruptivos largos, cuyas duraciones pueden extenderse por meses o años. Este comportamiento no es atípico, ya que hemos observado ejemplos de erupciones pasadas del Sabancaya con largos periodos de duración, tal como ocurrió en su anterior proceso eruptivo que se extendió entre 1990 y 1998.
La duración del actual proceso eruptivo está relacionada al continuo aporte de material magmático desde las profundidades de la corteza terrestre. Durante estos cuatro años, el Instituto Geofísico del Perú (IGP), a través del Centro Vulcanológico Nacional (CENVUL), ha identificado, mediante el análisis de datos obtenidos de la red geofísica volcánica (sismómetros, estaciones GNSS [sistema global de navegación por satélite]), además de sistemas satelitales, el continuo ascenso de magma en el Sabancaya. Muchos dirán que no han apreciado el magma ni flujos de lava, pero sí han observado densas columnas de ceniza gris que continuamente se elevan y dispersan en la atmósfera. Pues justamente esas nubes de ceniza corresponden al magma pulverizado.
Para advertir si este proceso eruptivo continuará de manera prolongada es importante el monitoreo volcánico permanente e investigación que realizamos los vulcanólogos del IGP. Mediante el empleo de métodos geofísicos, analizamos los complejos procesos que ocurren en el interior del volcán. Hoy, en virtud de ello, afirmamos que el actual proceso eruptivo del Sabancaya está lejos de finalizar, ya que aún hay aportes de magma que originan las continuas explosiones volcánicas.
Han pasado ya 4 años del inicio del actual proceso eruptivo, tiempo en el que el Sabancaya ha generado más de 37 000 explosiones volcánicas y columnas de cenizas y gases que ascendieron hasta alturas de 5500 metros sobre la cima del volcán. Asimismo, en este periodo, se han contabilizado más de 170 000 sismos que han ocurrido en sus inmediaciones y que estarían vinculados principalmente al movimiento de fluidos magmáticos en profundidad, además de una deformación de hasta 20 cm ocurrida a 9.5 km al noroeste del volcán. En el IGP seguiremos vigilando de cerca el Sabancaya para brindar información útil y oportuna a las autoridades y a la población del valle del Colca. IGP: «Ciencia para protegernos, Ciencia para avanzar».
Fuente: IGP