El paro cocalero convocado por dirigentes del valle del Monzón fue un fracaso en su primer día, al ser frustradas las acciones de movilización programadas por los organizadores gracias a un oportuno despliegue policial en el poblado de la Bella, hasta donde permitieron, las autoridades, que llegue un raleado grupo de productores de esta materia prima base de la producción de cocaína, y que fuera encabezado, entre otros, por Arnaldo Chávez Malpartida, quien fuera anteriormente sentenciado por desmanes y coacción, informó a INFOREGIÓN nuestro corresponsal en la zona.
La paralización, que se lanzó como una amenaza desde la dirigencia radical y en la que también participa el propio alcalde de Monzón, tenía como objetivo tomar Tingo María como ya ocurrió en otras oportunidades. Sin embargo, el Frente Policial Huallaga, al ser anulada la autorización de la gobernación para una movilización, dispuso un despliegue especial de los efectivos acantonados en esta ciudad, que desde la medianoche del domingo iniciaron la custodia de instituciones públicas en Tingo María y las principales calles, así como el establecimiento de un puesto de avanzada en la localidad de Bella, a cinco kilómetros de Tingo María.
El puesto de avanzada tenía como misión frenar cualquier intento de avance de los manifestantes, dado que no existía ninguna autorización para ello y además el estado de emergencia en el que se encuentra la provincia restringe ciertos derechos, entre ellos el libre tránsito.
En Bella, dispuesto como punto de reunión, hasta el mediodía no llegaron más de cien manifestantes, mientras que a través de algunos dirigentes, evidentemente con intención de revuelta, se hacía creer que los que se acercaban eran más de tres mil personas. Al cierre de este despacho y entrada la noche, no totalizaron más de trescientos sujetos.
“De manera evidente, el manejo que se le daba a la movilización de los productores cocaleros pasa, como siempre ocurre, por la mentira de estar únicamente solicitando al gobierno la libertad de Iburcio Morales y Eduardo Ticerán, cuando se sabe que la intención verdadera es oponerse tajantemente a la instalación de bases policiales en esa jurisdicción, de acuerdo a los documentos enviados a los delegados de los distintos pueblos del Monzón, donde impera el narcotráfico y hay quienes le hacen el juego o están directamente implicados en esta actividad delictiva”, manifestó un poblador que prefirió no identificarse por razones de seguridad.
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