El anuncio del Ejército de solicitarles a los ronderos de las bases del valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE) la devolución de las armas que les fueron entregadas para luchar contra la subversión ha impulsado a los diferentes comités de autodefensa a reorganizarse pero esta vez para luchar contra la delincuencia común.
El rondero identificado como “Comando Escorpio” explicó que las bases del VRAE pertenecientes a las regiones de Ayacucho, Cusco y Junín ahora enfrentan un tipo de violencia diferente ya que los delincuentes comunes conviven con ellos.