Debido a las constantes fiestas en las que las rondas campesinas y juntas vecinales de la provincia de Tocache son contratadas como seguridad, ahora sus integrantes ya no quieren trabajar de forma gratuita para contrarrestar el pandillaje en la ciudad. En tanto, las peleas nocturnas con machetes y cuchillos entre pandilleros se incrementan.
La situación se agrava debido a que no se observa la presencia del serenazgo en las calles.
La ciudadana Petronila Vaca, manifestó a INFOREGION que en reiteradas oportunidades llamó al personal de serenazgo pero le manifestaron que se encontraban de franco y que en ese tipo de problemas sólo tenía competencia la Policía Nacional del Perú (PNP).
“La PNP solo realiza su recorrido periódicamente por las calles, sin tomar ninguna acción por los actos de violencia que se perciben cada vez con mayor gravedad”, informó.
Por su parte, el comandante de la comisaria sectorial, Pauca Tapia, detalló que la mayoría de pandillas están conformadas por menores de edad, pero al intervenirlos los padres de familia inician denuncias por abuso y por ello los policías se mantienen al margen.