Cientos de personas del distrito cusqueño de Pichari, ubicado en el valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), claman ayuda a las autoridades del país. El desborde del río Apurímac, a causa de las intensas lluvias, han destruido las viviendas y han arrasado los cultivos de cacao y plátano.
Según los primeros reportes de la Secretaria Técnica de Defensa Civil de la municipalidad de Pichari, solo en Pichari se han destruido diez hectáreas de terrenos agrícolas de producción de cacao, plátanos y arroz. Además, miles de hectáreas se encuentran cubiertas con aguas de hasta tres metros.
Las plataformas de las carreteras han sido destruidas y en otras zonas los deslizamientos de lodo y piedras obstaculizan el paso de los vehículos. En el puerto fluvial Ccatun Rumi, todas las viviendas han sido cubiertas por las aguas del río Apurímac.
El Comité de Defensa Civil y Seguridad Ciudadana de la municipalidad de Pichari entrega alimentos de primera necesidad y destina vehículos para reubicar a cientos de damnificados. A la tarea se sumaron las deslizadoras del Comando Especial VRAE, que trasladron a los damnifiacdos a Pichari Baja.
En tanto, las comunidades de Pakichari y Cerro Verde, ubicadas en el distrito de San Martín de Pangoa, provincia de Satipo, región Junín, han quedado como comunidades fantasmas ya que los pobladores se refugían en las montañas cercanas.
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