LIMA. Tras la salida de Fidel Pintado de la jefatura de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), Ricardo Soberón Garrido fue designado como el nuevo jefe de este organismo público ejecutor. Mientras que Pintado renunció del cargo por discrepancias con el exministro del Interior, Luis Barranzuela, Soberón parece ser más cercano al Ejecutivo.
La decisión del actual gobierno a favor de Soberón Garrido se cristalizó con la publicación hecha el día de hoy en el diario oficial El Peruano de la Resolución Suprema N° 158-2021-PCM, que lleva las firmas del presidente Pedro Castillo, así como de la premier Mirtha Vásquez.
Soberón Garrido es abogado de profesión. Ocupó la presidencia de Devida en 2011 cuando fue nombrado por el expresidente Ollanta Humala Tasso. Sin embargo, cinco meses después fue removido del cargo ante las posiciones discrepantes con otros ministros de entonces, así como los nexos con organizaciones cocaleras que fueron denunciados por distintos medios de comunicación en su momento.
Años después, siendo asesor de la excongresista Tania Pariona (Nuevo Perú), trabajó en la elaboración varias propuestas legislativas entre las que está el proyecto de Ley 1393 sobre cannabis de uso medicinal, que incluía el derecho de pacientes a cultivar esa planta. En este rubro ha planteado alternativas para que los peruanos podamos aprovechar las bondades de esta planta para fines terapéuticos.
En octubre pasado, cuando se voceaba su presunto nombramiento, varias organizaciones indígenas de la Selva Central y el Vraem como CARE (Central Asháninka del Río Ene) y CART (Central Asháninka del Río Tambo) lanzaron un pronunciamiento público en el que rechazaban que Soberón esté siendo considerado para que vuelva al cargo, pues señalaron estar en contra de su posición contra la no erradicación de la hoja de coca y sus nexos con los cocaleros.
Devida: Entidad clave en la lucha antidrogas
El Perú implementa un programa de destrucción de cultivos ilegales de la hoja de coca, pues un 90% de la planta es usada para la elaboración de cocaína y el resto para el consumo tradicional como energizante o mate de coca. En esta lucha, el rol que juega Devida es central, pues se encarga de diseñar y conducir la política de lucha contra las drogas. Además, impulsa el desarrollo alternativo en las zonas cocaleras, con el fin de recuperar a la población afectada por el narcotráfico y así darle oportunidades de desarrollo lícitas.
En los primeros diez meses del presente año, en nuestro país se han incautado unos 61 830 kilos de cocaína en diferentes formas y estados de producción, según los datos del Ministerio del Interior. Así se superó el récord logrado en 2019, cuando las incautaciones de cocaína ascendieron a los 61 434 kilos, y es el tercer año consecutivo que los decomisos de esta droga están por encima de las 60 toneladas.
Sin embargo, desde que comenzó el presente año, apenas se han erradicado 1150 hectáreas de cultivos ilícitos de hoja de coca, lejos de las más de 25 000 hectáreas que se destruían anualmente en los últimos años. Se espera que con el nombramiento del nuevo jefe de Devida se fortalezca esta lucha contra un flagelo que pone en jaque el desarrollo de nuestro país.