Un nuevo informe de la Unidad de Investigación del diario El Comercio revela detalles de la vida del ex recluta del Ejército Florindo Eleuterio Flores Hala, hoy convertido en el camarada ‘Artemio’, líder del grupo terrorista Sendero Luminoso en el Alto Huallaga. En forma exclusiva, el diario presenta la fotografía que se tomara el mando subversivo cuando a los 17 años se inscribió en el servicio militar.
El Comercio. Cuando Florindo Eleuterio Flores Hala, hoy conocido como el cabecilla senderista “Artemio”, pisó la Oficina de Reclutamiento del Ejército en Moquegua en 1979, no imaginó que la foto que allí se tomó —mientras se enrolaba en el Servicio Militar Obligatorio— serviría para descubrir su verdadera identidad, que ocultó desde que ingresó a la clandestinidad en el Huallaga.
Entonces tenía 17 años, y se encontraba a pocos meses de cumplir la mayoría de edad. Su rostro de perfil, enjuto, de inconfundible nariz aguileña y con un corte típico de los recién conscriptos, quedó plasmado en una imagen en blanco y negro que dormía el sueño de los justos en los archivos de aquel destacamento castrense, hasta que El Comercio la halló.
Este Diario obtuvo la foto inédita de “Artemio” junto con la ficha de inscripción, donde aparece su real identidad, su firma de incorporación al Ejército y la información sobre el pasado que el subversivo pretendía dejar en el olvido y que era intensamente buscada por los organismos de inteligencia.
Allí se lee, tal como lo publicamos ayer miércoles, que el otrora sucesor de Abimael Guzmán “Gonzalo” y Óscar Ramírez “Feliciano” nació el 8 de setiembre de 1961, pasó por los colegios 40226 y Sebastián Barranca de Camaná (no acabó la secundaria) y sirvió en el Ejército entre 1979 y 1980 en la sede del cuartel de Locumba-Tacna-Batallón de Tanques BTRQ-221.
Este registro fotográfico es el único que se conoce del joven Flores Hala, quien años después se convirtió en el principal cabecilla político y militar que Sendero Luminoso (SL) desplazó hacia el Huallaga.
En este convulsionado valle, “Artemio” forjó su leyenda criminal y estableció nexos con los grupos del narcotráfico, con campesinos y dirigentes cocaleros del lugar, sobre todo con los ubicados en los alrededores de Aucayacu (capital del distrito huanuqueño de José Crespo y Castillo), a casi una hora de Tingo María.
Fuentes confiables, en algunos casos personajes vinculados al ex recluta del Ejército, revelaron que Flores Hala organizó políticamente a varios de los frentes cocaleros creados en dicha zona a partir del 2004.
Si bien “Artemio” se fue mimetizando poco a poco en esa zona, a la que llegó a inicios de los años 80, desde un inicio comenzó a articular e impulsar el trabajo de algunos personajes con poder de aglutinar y dirigir al empobrecido campesinado cocalero del Alto Huallaga.
Las mismas fuentes indicaron que su trabajo de organización continúa frenéticamente, pese a que las autoridades policiales han abatido a sus principales lugartenientes durante los últimos años y lo creen cercado.
El Comercio conoció que “Artemio”, nacido en el distrito arequipeño de Santa Isabel de Siguas hace 48 años, ya ha captado y seleccionado a un importante grupo de dirigentes cocaleros para que postulen en las próximas elecciones municipales y regionales del departamento de Huánuco.
Cabe indicar que la penetración de las huestes senderistas en el gremio cocalero se concentra con mayor fuerza en el valle del Magdalena, una zona que el prófugo de la justicia conoce como la palma de su mano.
Reuniones clandestinas
También se conoce, según los mismos informantes, que no todos los dirigentes de la agreste zona tienen conocimiento de los cónclaves clandestinos entre Flores Hala —considerado desde este año como un objetivo antidrogas por EE.UU.—y sus potenciales candidatos para las elecciones de octubre.
El subversivo mantiene estos contactos en el más estricto secreto, aún no se sabe con certeza si la organización de este plan corre por su cuenta o recibe directivas de senderistas que se encuentran fuera del Huallaga.
Lo que más sorprende es que los personajes seleccionados por “Artemio” lo consideran un padrino político y no uno de los personajes más buscados por los órganos antiterroristas.
En los ámbitos policiales se viene indagando si Flores Hala, quien constantemente se moviliza con una mochila, un fusil y su círculo de seguridad, ha inyectado alguna suma de dinero para los postulantes que ha captado y que buscan participar en las próximas elecciones.
En atestados antidrogas se sabe que “Artemio”, en el pasado conocido como “Gabriel Macario Ala” o “José Flores León”, sobrevive gracias a los millonarios cupos que les cobra a los narcotraficantes locales y a la producción de sus chacras en las que él mismo y gente de su entorno cultivan hoja de coca para luego destinarla al procesamiento de la droga.
Cabecilla importante
Entre los años 1988 y 1989, el cabecilla del Huallaga se desplazó hasta Lima para participar en el llamado Primer Congreso de Sendero Luminoso, luego del cual fue elegido integrante de la cúpula.
Cerca de la muerte
Florindo Flores Hala “Artemio” fue herido en 1986 y estuvo a punto de morir tras una emboscada de narcotraficantes de la zona. Aquella época fue la más conflictiva y violenta que vivió el Alto Huallaga.