Responsables del derrame de petróleo en el Golfo de México ‘pagarán la factura’

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró que la compañía que gestiona la plataforma de petróleo accidentada en el Golfo de México, cuyos vertidos están contaminando gran parte del mar amenazando la vida marina, «es la responsable y pagará la factura» del vertido.

El mandatario norteamericano estuvo  inspeccionando la zona del desastre, que está poniendo en grave peligro las más de 400 especies de animales que viven en este frágil ecosistema de la costa de Estados Unidos, entre ellos ballenas, delfines, 110 especies de aves neotropicales migratorias y la mayor población de marisco de los EE.UU. son parte de los animales amenazados, según ha informado el Departamento de Fauna, Flora y Vida Marina de Luisiana.

Enorme tragedia

La explosión, la semana pasada, de una plataforma de explotación de la British Petroleum (BP) en el Golfo de México ha puesto a Estados Unidos a un paso de lo que podría convertirse en la peor tragedia ecológica de la historia del país.

Según las estimaciones oficiales, el pozo marino vierte diariamente 800.000 litros de petróleo al mar, aunque algunos expertos aseguran que esta cantidad podría ser cinco veces superior, unos cuatro millones de litros de crudo por día.

Y lo que es peor, el departamento de Interior de EEUU estima que harán falta 90 días para arreglar la fuga.

Los fuertes vientos y un mar embravecido están complicando las tareas de contención de la mancha de petróleo, que ya cubre casi 10.000 kilómetros cuadrados y que poco a poco se acerca a la costa, amenazando también a los estados vecinos de Alabama y Florida.

Una de las técnicas que se están utilizando para controlar el vertido es lanzar desde aviones cisterna productos químicos para quemar el petróleo, tarea que se tuvo que interrumpir el sábado por culpa de las malas condiciones meteorológicas.

Petrolera consideró «imposible» un accidente en sus plataformas

De acuerdo con el análisis sobre el impacto ambiental de la plataforma enviado por la petrolera al gobierno de los Estados Unidos en 2009, British Petroleum aseguraba que un accidente que pudiera dañar el litoral, las costas y la fauna de los estados del Golfo de México era ‘muy poco probable o imposible’.

El documento señalaba que, aunque un hipotético vertido podría causar daños leves, «la distancia de la plataforma en la costa (77 kilómetros) y los mecanismos de respuesta aseguran que no habrá impactos significativos».

El vertido ocasionado tras una explosión en el que murieron 11 personas ha cambiado radicalmente este pronóstico y ha puesto en evidencia los mecanismos de reacción de la compañía.

«No habíamos visto una explosión a estas profundidades (unos 1.500 metros)», explicaba un portavoz de la empresa. En cualquier caso, la empresa tendrá que hacer frente ahora al costo de la limpieza del vertido, que ya se estima en más de 3.000 millones de dólares.

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