Reproducen castañas de Madre de Dios en otras regiones del país

Tras trece años de investigaciones, el Instituto Nacional de Innovación Agraria (Inia) ha logrado desarrollar una tecnología que introduce un tipo de castaña endémica de Madre de Dios en otros territorios de la selva baja del país, a fin de ampliar las posibilidades de negocio de pequeños y medianos productores.

Como explicó el Ministerio de Agricultura y Riego a INFOREGIÓN, las estaciones experimentales agrarias del Inia en Iquitos y Pucallpa son las primeras zonas del país en las que se ha podido cultivar este árbol específico de castaño.

El modelo también ha demostrado que esta variedad puede crecer en condiciones adversas, lo que, de replicarse en otras regiones del Perú, podría ayudar a recuperar extensas áreas de suelos degradados en áreas productivas.

Los resultados de este estudio, ejecutado por el Programa Nacional de Innovación Agraria en Agroforestería del Inia, fueron expuestos el viernes 28 de marzo en el anexo Alexander Von Humboldt, en Pucallpa.

MERCADO

Si bien el nombre científico de este fruto es Castaña Bertholletia Excelsa HBK, en el mundo se le conoce como “nuez del Brasil”. De las más de 40 especies de nueces que existen en el mundo, la castaña de Madre de Dios solo prospera en la cuenca amazónica de Perú, Brasil y Bolivia.

En el país las cosechas de este castaño son anuales. A partir del año número 12 de ser cultivado, cada árbol puede rendir de 40 a 60 frutos. En los mercados un solo fruto se comercializa a 3 soles aproximadamente. Esto significa una ganancia anual de 120 a 180 soles por árbol.

Pero como el castaño es una especie que aumenta su producción de frutos en el tiempo, en su etapa madura puede llegar a rendir de 200 a 400 frutos, lo que implica una ganancia entre los 600 y 1,200 soles anuales por árbol.

“La inversión en este esquema es muy accesible: a todo costo, un productor podría invertir 4 mil soles por hectárea. Si utilizara mano de obra familiar, podría reducirlo a 2 mil soles por hectárea”, afirma Walter Angulo Ruiz, especialista agroforestal del Inia y obtentor de esta tecnología.

Según el especialista, si bien este tipo de nuez se comercializa con éxito en Brasil, los mayores volúmenes de producción –por razones climáticas– se darían en territorios de Perú y Bolivia. Por lo mismo, de aplicarse este proyecto en el mediano plazo, el Perú podría competir con Brasil en el mercado de esta castaña.

Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Italia, Holanda, Rusia y China son los principales compradores de este tipo de castaña en el mundo, quienes lo utilizan en la industria alimenticia y cosmética.

IMPACTO

En el Perú existen 7.5 millones de hectáreas deforestadas a nivel nacional. De la cifra, 2 millones de hectáreas de suelos degradados pertenecen a la Amazonía. “Con cierta preparación y mantenimiento inicial, la tecnología del Inia permitiría recuperar esos terrenos muchas veces dados por perdidos y abandonados –indica el coordinador del proyecto–. Solo entre Iquitos y Pucallpa hay más de 200 mil hectáreas donde se podría aplicar este modelo y generar ingresos en lugares donde la actividad económica se ha reducido”.

Por su propia naturaleza, el árbol del castaño no puede vivir solo. Necesita asociarse con árboles no maderables para sobrevivir y producir frutos. Por lo mismo, este esquema de producción ayudará a conceptualizar la plantación no tanto como un terreno cultivable sino como un bosque, con el consiguiente impacto ecológico y turístico.

“Al ser una actividad extractiva que comprende un proceso de recolección de frutos, el proyecto genera una economía de familia completa. A diferencia de la actividad maderera, donde solo trabajan el padre de familia y el hijo mayor, en esta también obtienen empleo la madre y los hijos menores”, explica Angulo Ruiz.

La tecnología del Inia, al generar rentas anuales, garantiza la generación de fuentes de trabajo locales y una mejora de las condiciones socioeconómicas de los productores agrarios de distintos ámbitos, como los de la cuenca del Aguaytía, por ejemplo.

Además, el cultivo de árboles castaños puede ser una opción a producciones insostenibles como la de coca. El estudio forestal que permitió desarrollar la tecnología se titula “Rendimiento Silvicultural y Financiera de Castaña Bertholletia Excelsa HBK en un Sistema Agroforestal – Región Ucayali”.

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