Reparten “raciones de combate” en mal estado a militares que luchan en el VRAE

Era un secreto a voces, pero esta vez se ha verificado la amarga, vergonzosa, desalentadora verdad. El 88 por ciento de los militares que salen a enfrentar a los senderistas del valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE) tiran a la basura las «raciones de combate» que les entrega el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas para que se alimenten mientras cumplen su misión en el monte.

Los efectivos desechan los alimentos por su mal estado de conservación, emanan olores desagradables o su aspecto es vomitivo.

Entre 2009 y 2010, durante la gestión del general EP (r) Francisco Contreras Rivas, el Comando Conjunto ha gastado 4.6 millones de soles por esas «raciones de combate» que los militares se niegan a consumir por temor a enfermedades gastrointestinales.

El caso se inició cuando la Contraloría General de la República detectó la existencia de irregularidades en los procesos de compra de los alimentos, supuestamente elaborados bajo estrictas normas técnicas.

Con la finalidad de verificar el contenido de las «raciones de combate» adquiridas por el Comando Conjunto, un equipo de la Contraloría, compuesto por un nutricionista, un médico, tres contadores públicos y dos abogados, se desplazó al cuartel general del Comando Especial del Vrae, en Pichari. Lo que se encontró causó indignación.

VERDAD AMARGA

Como se observa en el video de la Contraloría que registra la auditoría en Pichari (ver enwww.larepublica.pe), los técnicos al abrir muestras de «raciones de combate» detectaronmalos olores relacionados con la descomposición, la presentación de los platos era desagradable y por si fuera poco los menús no contenían los alimentos que requiere un comando en misión de combate.

Al encuestar a los efectivos que habían salido a enfrentar a los terroristas provistos de las»raciones de combate», el 88 por ciento de los efectivos dijeron al equipo de la Contraloría que no consumían los alimentos, bien porque les afectaba el estómago y les causaba malestares, o porque no les resultaban agradables, o temían enfermarse.

El grupo que sí comía las «raciones de combate» afirmó que dejaban poco más de la mitad porque no les gustaba.

Con esa clase de «raciones de combate», de mal sabor y peor aspecto, cumplen misiones de combate los comandos desplegados en el VRAE.

De acuerdo con los reportes de la Contraloría que evaluó los alimentos, las empresas proveedoras de las «raciones de combate» no cumplieron con incluir los ingredientes que se les exigía como requisito, reemplazándolos por otros con menor aporte nutritivo.

Como resultado, los menús no alcanzan las 3 mil 400 kilocalorías que requiere consumir un militar cuando se encuentra en campaña.

NO ES TODO

Las especificaciones técnicas del Comando Conjunto establecían que los paquetes de alimentos debían contener una dotación de metro y medio de papel higiénico. Los inspectores encontraron que solo alcanzaba el metro.

Evidentemente, el propósito de los proveedores, al cambiar los componentes de los productos, fue abaratar sus costos para obtener mayores ganancias. Obviamente, a costa de la salud y la vida de los efectivos militares, y, lo que es peor, con la complicidad de los responsables de las compras de las «raciones de combate».

En el 2009, La República reveló una secuencia de irregularidades en la compra de los comestibles para los comandos del VRAE por parte del Comando Conjunto, con el evidente propósito de favorecer a las compañías.

A pesar de las evidencias, el alto mando castrense del Comando Conjunto dio luz verde y se procedió a la adquisición. Por supuesto, ellos no comen dichas raciones.

Tres años después, la Contraloría confirmó lo que advirtió este periódico: se compraron alimentos con fecha vencida, los componentes contaban con un valor proteínico por debajo del requerimiento, las compañías proveedoras carecían de registro sanitario expedido por la autoridad nacional competente, se incluyeron platos que no se habían aprobado, se utilizaron ingredientes indebidos como las grasas saturadas, en fin.

Además, los responsables de las adquisiciones del Comando Conjunto se dieron el lujo de que la compañía proveedora entregara las «raciones de combate» fuera del plazo y tampoco le aplicaron la sanción económica que correspondía. Así no se gana una guerra.

SOLO 10% COME MENÚ DE GUERRA

El 18 de agosto del 2009 se compraron 25 mil raciones por 980 mil soles. El 12 de julio del 2010, fueron 75 mil unidades por 2 millones 967  mil soles. Y el 29 de noviembre del 2010 se adquirieron 18 mil 750 raciones por 741 mil 750 soles. Todo en el periodo del general EP (r) Francisco Contreras Rivas.
El informe de la Contraloría señala claramente que solo el 10% de los militares del VRAE encuestados «indicó que consume las raciones de combate de manera exclusiva».

De acuerdo con el mismo sondeo, el 88% consume las raciones de combate, o solo come una parte y lo complementa con otros alimentos; eso porque «no les gusta o les cae mal, o ambos».

Las «raciones de combate» contienen hasta cinco variedades de menús con 29 alimentos; sin embargo, «el 42% de los soldados consumen menos de la mitad, el resto lo dejan en la base militar, lo botan o lo regalan».

La Contraloría también detectó muchos casos de menús incompletos.

EN CIFRAS

-4.6 millones de soles pagó el Comando Conjunto por las raciones de combate.

– 88% de los comandos del Vrae dijo no comer las raciones.

-118,750 raciones compró el CCFFAA entre 2009 y 2010. (Ángel Páez).

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