La presidenta de la conferencia sobre el cambio climático y ministra de Medio Ambiente de Dinamarca, Connie Hedegaard, renunció hoy a su cargo después de advertir sobre el posible fracaso de las negociaciones para lograr un acuerdo que reduzca las emisiones de gases invernadero, cuando faltan pocas horas para que culmine el conclave mundial.
«Podemos fracasar», alertó Hedegaard, ahora ex presidenta de la 15 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, COP 15.
Hedegaard exhortó a los ministros de Medio Ambiente de todo el mundo a “apretar el acelerador si queremos tener éxito», al abrir oficialmente la fase de alto nivel de las negociaciones, comenzadas el día 7 y que concluyen este viernes.
«Ustedes deben llegar a un acuerdo, deben comprometerse, deben cumplir ahora», reclamó la renunciante Hedegaard.
Hasta el momento se desconocen las razones exactas de su dimisión, pero la organización nombró de inmediato al primer ministro danés, Lars Loekke Rasmussen como su reemplazo en la presidencia de la COP 15.
El tiempo se acaba
La dimisión de Hedegaard marcó el inicio de la etapa política y final de la Conferencia sobre cambio climático de la Organización de las Naciones Unidas. Ya han comenzado a llegar a la capital danesa los Presidentes, Jefes de Gobierno y Ministros del Medio Ambiente de los países miembros, mientras arrecian las manifestaciones de los activistas y también las detenciones.
En la etapa final de la Cumbre se espera la llegada de unos 130 jefes de Estado y de gobierno.
Sin embargo aún no se ve humo blanco en las negociaciones. Los rumores en esta ciudad es que los países del Norte industrializado y del Sur en desarrollo siguen enfrentados por el cumplimiento de los compromisos ya asumidos en el Protocolo de Kyoto, rubricado en 1997 y en vigor desde el 2005.
Dicho Protocolo, obliga a los 37 países industrializados que lo han ratificado, a reducir sus emisiones para el 2012 a volúmenes 5,2 por ciento inferiores a los de 1990. Pero ante la cercanía del plazo, los países ricos buscan negociar un tratado totalmente nuevo.
Lo único que parece probable hasta el momento es que la Conferencia acuerde un fondo de 10.000 millones de dólares anuales hasta 2012 para llevar a cabo las metas de Kyoto, que finalizan ese año.
La Unión Europea (UE) prometió 3.600 millones de dólares la semana pasada, y se espera el aporte de Estados Unidos y Japón aunque no se ha definido un plan de financiación a largo plazo para las medidas de adaptación y mitigación, ni tampoco para la transferencia de tecnología.
Mientras tanto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, formuló un llamado para que los jefes de Estado y de gobierno de los países industrializados fijen metas para reducir las emisiones de gases contaminantes, que provocan el calentamiento del planeta.
«Llegó la hora de arribar a un consenso. Nadie obtendrá lo que desea en estas negociaciones pero todos podrán obtener lo que necesitan, los países en desarrollo también deben reducir el crecimiento de sus emisiones».
Por su lado, los activistas del movimiento ecologista presentes en Copenhague dudan que los gobernantes vayan a lograr algo al final de la Cumbre.
Kathrin Gutmann, del Fondo Mundial para la Naturaleza reclamó un mínimo de de 160.000 millones para el segundo periodo de compromisos, de 2013 a 2017 a fin de paliar los efectos del Cambio Climático.
Dionisio Cabrera, líder indígena de Bolivia, estimó que los tres puntos que deben adoptar los mandatarios son respetar a la Madre Tierra, asumir la deuda climática y reconocer a los pueblos indígenas.