Según ldatos de los Centros de Emergencia Mujer (CEM) del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), en el 2017 se registraron un total de 22 684 casos de violencia hacia la mujer y otros integrantes de la familia cometidos por personas que consumieron alcohol o drogas.
El psicólogo Eduardo Cruz, experto en adicciones de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida Sin Drogas (Devida), dijo que las drogas alteran el comportamiento de una persona y que en el caso particular del alcohol y la Pasta Básica de Cocaína (PBC) pueden exacerbar la agresividad en quienes las consumen y llevar a que la desaten contra sus parejas y familiares.
“Las mujeres y niños son los grupos poblacionales más vulnerables frente a la violencia ocasionada por el consumo de drogas. Por ejemplo, el varón suele tener una mayor fuerza física que la mujer, por lo que puede ocasionarle un mayor daño físico”, afirmó.
Módulos de adicciones
Cruz indicó que Devida tiene un convenio con el Programa Nacional contra la Violencia Familiar y Sexual del MIMP por el cual en cada uno de los CEM que existen en el país se puede encontrar un especialista que brinda consejería en salud mental a las víctimas y que deriva los casos de consumo de drogas a los centros de salud especializados.
Agregó que la institución ha implementado más de 150 módulos de adicciones, ubicados en lugares estratégicos como centros de salud y hospitales del Ministerio de Salud (Minsa), en 20 regiones, en los que se brinda atención terapéutica gratuita en modalidad ambulatoria para consumidores y dependientes de drogas, incluyendo el alcohol y la PBC.
“Parte de los más de 22 mil casos registrados en los CEM fueron derivados a los módulos de adicciones de DEVIDA, donde se brindó una atención temprana en adicciones al consumidor o consumidora de drogas y se les dio la oportunidad de que inicien un tratamiento de rehabilitación en coordinación con los centros de salud del Ministerio de Salud”, refirió.
En el marco del Día Internacional de la Mujer se recordó que el organismo rector de la política contra las drogas trabaja con un enfoque de género apoyando al empoderamiento económico de las agricultoras en zonas de influencia cocalera y en la capacitación a profesionales de la salud en el tratamiento diferenciado a consumidoras de alcohol y drogas.
Esta última actividad se ejecuta a través del Proyecto Grow, en alianza con CARE Perú, el Minsa y la Embajada de los Estados Unidos, se informó a INFOREGIÓN.