En una movilización que intentó llamar la atención de las autoridades, los padres y otros familiares de Gianella, una bebé prematura que murió al día siguiente de su nacimiento en el Hospital de Tingo María, cuando se hallaba en el Área de Atención Neonatal; reclamaron justicia y sanción a quienes resulten responsables de una presunta negligencia médica denunciada por los manifestantes.
Portando carteles en los que expresaban su indignación y molestia, señalaron como culpables a los médicos Amelia Campos y Alfredo Tataje.
Según los padres de la recién nacida, Campos la descuidó para atender en su consultorio particular mientras que Tataje no brindó la ayuda necesaria cuando fue requerido.
En medio del llanto y la desesperación, la madre exigió que le expliquen el verdadero motivo de la muerte, ya que no se trataría de una simple neumonía, sino que la coloración diferente del cuerpo de la menor así como la presentación de sus uñas totalmente negras indicaría que se trataría de otra causa.
El médico Tataje, director del nosocomio, salió a atenderlos e intentó un diálogo que finalmente no fue posible por el estado de alteración de los manifestantes.
Luego el galeno dijo que deben tener la plena seguridad que cuando se determinen las responsabilidades se aplicarán sanciones drásticas.