“Esto es lamentable. No tiene sustento este golpe parlamentario es una situación forzada. Hablamos de un día penoso para la democracia en Latinoamérica”, así se expresó Ramiro Escobar, especialista en temas internacionales, al comentar la reciente destitución de Dilma Rousseff al cargo de presidenta del Brasil.
Como se recuerda, hoy Rousseff fue depuesta en el Senado brasileño por 61 votos a favor, 20 en contra y ninguna abstención al ser hallada “culpable de crímenes de responsabilidad”. Sin embargo, en siguiente votación no fue inhabilitada para volver a ocupar funciones públicas por ocho años.
Escobar remarcó que estamos frente a un proceso ideologizado, y que en Brasil ha pesado el hecho que la actual crisis económica podrá ser superada por quien es el sucesor de Rouseff, el ahora presidente brasileño Michel Temer. El analista consideró que con el 14% de aprobación del nuevo mandatario y su ligazón a hechos de corrupción se vienen tiempos complicados para Brasil.
Llamó la atención que mucha gente confunde este proceso contra la expresidenta con el denominado caso Lava Jato donde se descubrió un esquema de desvío de fondos de Petrobras a ciertos sectores políticos del país. Escobar aclaró que en este caso Rouseff fue procesada por el manejo que hizo de cuentas fiscales, actividad que ya se había hecho en gestiones anteriores.
Finalmente, Escobar consideró que el proceso “turbio” que culminó con la destitución de Rouseff fue “maquinado por personas sin calidad moral para increparle hechos de corrupción a la ahora expresidenta brasileña”.