Una tercera parte del territorio peruano, incluyendo zonas cocaleras del sur y oriente del país, será sometida a monitoreo aéreo antidrogas, gracias al radar de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), que fue potenciado por la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida).
Así lo informó el presidente ejecutivo de esta institución, Alberto Otárola, quien detalló que este aparato, que será instalado en Puerto Maldonado (Madre de Dios), estaba fuera de servicio en la FAP, pero Devida –apuntó– destinó recursos adicionales para volver a ponerlo en operación.
“Es uno de los radares más grandes del Perú. Es de propiedad de la FAP y permitirá detectar hasta el vuelo de una mosca. Una tercera parte del territorio será cubierta por el radar, todo el sur del país”, indicó el funcionario en diálogo con la agencia Andina.
Otárola refirió que este radar de vigilancia aérea cumplirá un rol muy importante en el conjunto de acciones que realiza el Gobierno en materia de la lucha contra el tráfico ilícito de drogas, sobre todo en áreas de cultivo de coca y en zonas de frontera.
El aparato de rastreo aéreo se sumará al uso de los nuevos aviones KT-1P, que se fabrican en el Perú en convenio con Corea del Sur, y que tendrán un impacto directo en la lucha contra el narcotráfico.
DATO
Devida diseña y conduce la política oficial contra las drogas en el país, en forma eficiente y concertada, coordinando, y orientando programas y proyectos dirigidos con este fin.