El narcotráfico contamina y destruye tierras y ríos con más de 300 millones de insumos químicos causando daños irreversibles en la amazonia peruana…“Quiero a mi país sin coca ilegal”.
Han pasado casi tres años desde que el Foro Ecológico y la Agencia de Prensa Ambiental INFOREGION, lanzamos esta campaña: Quiero a mi país sin coca ilegal, buscando llamar la atención de la ciudadanía y de las autoridades locales, regionales y nacionales sobre el impacto que producen los cultivos ilegales de coca y su posterior transformación a cocaína.
Según cifras de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas, DEVIDA, se utilizan 800 mil kilos de agroquímicos para elevar la productividad de los cultivos de coca y cerca de 15 millones de litros de insumos químicos son utilizados por el narcotráfico para la producción de cocaína.
Estos productos químicos son arrojados a los ríos y suelos de nuestra amazonía, ocasionando una verdadera catástrofe ecológica que viene contradiciendo las acciones de los estados y de la sociedad civil de todo el mundo para mitigar el calentamiento global.
Los cultivos de coca no sólo degradan la tierra, sino que la envenenan.
Como parte de la campaña ambiental, hemos venido alertando también acerca de que los cultivos ilegales de coca y su transformación en cocaína vienen afectando los parques y santuarios nacionales, como el Manu y Bahuaja Sonene, en Madre de Dios; Cordillera Azul, en San Martín; Otishi y Bella Durmiente, en Tingo María; Tabaconas Namballe, en Cajamarca; y el Yanachaga – Chemillén, en Cerro de Pasco, entre otros.
Estas áreas naturales protegidas están en peligro de perder sus cualidades en el cuidado de fuentes de agua, de especies endémicas, de protección de bosques, de flora y fauna silvestre.
Finalmente, es ya un consenso científico que uno de los principales problemas que acelera el cambio climático es la tala y quema de bosques. En nuestro país los cultivos ilegales de coca vienen arrasando bosques vírgenes ubicados en zonas de protección.
En el Día de la Tierra, es preocupante advertir la escasa o nula percepción de algunas autoridades sobre la magnitud del drama que se presentará en los próximos años, como uno de los factores de aceleración del calentamiento global.
Una reflexión a fondo pero sobre todo, una decisión política para enfrentar el calentamiento global desde situaciones reales y concretas como el narcotráfico, es lo que esperamos de nuestras autoridades.