El último martes 9, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) informó sobre el estado de 25 playas afectadas por los derrames de petróleo crudo, ocurridos el 15 y 24 de enero del 2022 en el Terminal Multiboyas N° 2, de la Refinería La Pampilla, que opera la multinacional española Repsol en el distrito de Ventanilla, en el Callao.
En un comunicado, el organismo técnico adscrito al Ministerio del Ambiente (Minam), advirtió que, según los resultados de las evaluaciones realizadas entre marzo y abril de este año, de las 25 playas analizadas de la costa limeña, cinco todavía presentan rastros de hidrocarburos «exclusivamente, en la arena«. Estas playas aún contaminadas son: Costa Azul 1, en Ventanilla; San Francisco Grande, San Francisco Chico, Casino Náutico y Pocitos, en Ancón.
Como se recuerda, el 15 de enero de 2022, hace un año y cuatro meses, casi 12 000 barriles de crudo se vertieron en el mar de Ventanilla y contaminaron playas y acantilados de este distrito y de otros, como Santa Rosa, Ancón, Chancay y Aucallama. Este hecho, considerado “el peor desastre ecológico en Lima en los últimos tiempos”, también perjudicó la vida de miles de personas dedicadas a actividades relacionadas con el mar.
Ha pasado un año y cuatro meses desde entonces, pero la afectación económica, la rutina familiar y las actividades de los pescadores artesanales de la zona, hasta la fecha, no han podido recuperarse. Antony Chumpitaz Mendoza, pescador artesanal de la zona y presidente de la asociación «Movimiento Juvenil Pachacutano Hijo de los Fundadores», que agrupa a alrededor de 350 pescadores, afirmó a Inforegión que el derrame de crudo “ha alterado toda la cadena productiva que gira en torno a la pesca” y que muchos se han visto obligados a cambiar de oficio.
«El derrame fue de una gran magnitud. Ha matado todo lo que había en el fondo marino, el fitoplancton, las algas marinas. El crudo impregnó las rocas, el subsuelo, cubrió todo, y quitó el oxígeno. Nada se puede reproducir. Las especies que han podido huir, lo hicieron; las que no, han muerto. La recuperación de las zonas afectadas va a tardar muchos años«, indicó el trabajador pesquero, quien resaltó la importancia de limpiar el fondo marino.
En ese sentido, Chumpitaz subrayó que ahora es primordial enfocarse en la limpieza del fondo marino, para luego poner en marcha criaderos y “así repoblar las especies de peces y fauna marina que han fallecido: el lenguado, la chita, la pintadilla, el borracho, el tramboyo, el cangrejo, el choro, mariscos en general, etc».
«Todavía no hay ninguna labor de limpieza del fondo. Eso se tiene que hacer con dragas, succionando todo el crudo que está al fondo, pero hasta donde sabemos, nos han dicho que ese trabajo no le compete a la empresa ni al Estado. Del fondo marino no hablan nada y, al parecer, no es responsabilidad de nadie. Las muestras que tanto el Minam y la empresa contaminadora recogen para sus pruebas son de la superficie del mar hasta 50 centímetros de profundidad», cuestionó el pescador.
Renuncia de sus derechos
Según Chumpitaz, «la empresa Repsol ha liquidado a una cierta cantidad de pescadores afectados» con un monto que otro sector considera mínimo, pero además este acuerdo económico implica «la renuncia de todos sus derechos” y posteriores demandas.
«Es una liquidación forzada, porque Repsol comenzó a decir que no iban a dar más ningún adelanto de las indemnizaciones que estaba entregando de manera mensual. Así que por los gastos que se venían por Navidad, la temporada escolar, un grupo pasó a liquidar, pero muchos de nosotros no queremos firmar», comentó.
El trabajador del mar reiteró que «la multinacional es responsable de la contaminación» e indicó algunas de sus demandas: indemnizaciones justas y que los programas productivos que la empresa genera sean derivados a los afectados del derrame. También, «la recuperación al 100% de la zona afectada y de las especies que han fallecido«, consideró.
Finalmente, Chumpitaz comentó que, junto con otros pescadores, se encuentra constituyendo «una empresa para participar de los fondos concursables de Procompite y emprender en la crianza de algas marinas, las mismas que pueden servir como filtro del crudo que aún queda en el fondo marino».
Antony Chumpitaz expondrá la problemática que vive aun la población damnificada por el derrame de petróleo, así como sus demandas, durante un foro público internacional denominado «Extractivismo, crisis climática y corporaciones: Territorios en resistencia», que se realizará hoy viernes en Lima, como parte de la campaña global «¡Que paguen los contaminadores!«, en el que participarán defensores y organizaciones ambientales del Perú, Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala y República Dominicana.
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