PUNO. Desde la madrugada de este hoy, centenares de pobladores de la cuenca Coata bloquean varios puntos de la carretera que une las ciudades de Puno y Juliaca. Ellos piden una solución definitiva a los problemas ambientales que tienen con sus fuentes de agua. Los pobladores usan palos, piedras, vehículos y hasta se sentaron en la vía para obstaculizar el tránsito.
Los pobladores de los distritos de Huata, Coata, Capachica, Paucarcolla y Caracoto son afectados por la contaminación de la cuenca Coata, originada por la descarga de aguas servidas que produce Juliaca y la actividad minera en la cabecera del caudal. Se declararon unos 10 estados de emergencia en la cuenca Coata por la contaminación; sin embargo, pese a las protestas y mesa de diálogo no se implementó el plan de acción para remediar la situación.
El presidente del Comité de Defensa de la Cuenca Coata, Félix Suasaca Suasaca, anunció que solo podrán pasar ambulancias que se dirigen de Puno a Juliaca o viceversa. Añadió la protesta se debe a que días atrás no se instaló una mesa de diálogo porque no llegaron funcionarios de alto nivel. “Los pobladores han tomado la vía al ver que solo llegaron viceministros. La vía estará tomada hasta que llegue el señor Pedro Castillo», dijo.
Transporte interrumpido
La medida de fuerza provocó que decenas de vehículos de pasajeros y de carga queden varados en zonas como Patallani, en el distrito de Paucarcolla, hasta el ingreso a la ciudad de Juliaca. Entre los perjudicados están turistas que se trasladaban a Juliaca para tomar un vuelo hacia Lima. Algunas de las personas que les urge continuar con el viaje deben caminar hasta 20 kilómetros.
“Somos turistas brasileños y tenemos que llegar al aeropuerto de Juliaca, pero estos señores no dejan pasar”, dijo una turista a RPP Noticias. En los terminales terrestres de la ciudad de Puno no hay vehículos, sólo personas que esperan a que se restablezca el tránsito.
Protesta por contaminación
Félix Suasaca Suasaca, explicó que las localidades de Huata, Coata, Capachica, Paucarcolla y Caracoto son afectadas por el desagüe de la ciudad de Juliaca y la actividad minera informal en la cabecera del caudal que desemboca en la cuenca del río Coata.
Los huelguistas sufren los estragos de la contaminación. Se supo que varios pobladores fueron tamizados y se detectó metales pesados en su organismo, como arsénico y otros con mercurio. Además, los pozos de agua en estas localidades no son aptos para a el consumo humano.
Fuentes: RPP y La República