Ayer fue inaugurado el VI Congreso Mundial de la Quinua por autoridades regionales, Miguel Barandiaran, representante del Ministerio de Agricultura y María Elena Rojas, representante adjunta de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Especialistas internacionales y nacionales y más de 200 exposiciones debatirán durante tres días sobre este maravilloso grano.
“La quinua es un cultivo que tiene un conjunto de valores económicos, culturales y productivos, y es fundamental para garantizar la seguridad alimentaria y erradicar el hambre”, afirmó la representante de la FAO. Agregó que hay retos para fortalecer este sistema agroalimentario como mejorar la articulación de los productores con el mercado, fomentar la asociatividad de los mismos, y el consumo interno del grano.
Por su parte, Miguel Barandiaran dijo que los granos andinos representan una oportunidad comercial para muchos productores. Asimismo, comentó que espera que el encuentro estreche lazos entre expertos internacionales y productores, y se convierta en una plataforma donde se divulguen conocimientos y estudios sobre la quinua.
Proyecto pionero
En el Congreso se presentan avances de las investigaciones de varias universidades e institutos del mundo. En este marco se expusieron los resultados del Programa Conjunto Granos Andinos, puesto en marcha durante dos años por las Naciones Unidas, en Ayacucho y Puno, contribuyendo a la reducción de la pobreza sembrando quinua orgánica.
Este proyecto, implementado por tres agencias de las Naciones Unidas (FAO, OIT y UNESCO) promovió la generación de empleos, el reconocimiento de los derechos de la mujer campesina, el respeto a la diversidad cultural, el cuidado del medio ambiente y la mejora de la productividad. Maria Elena Rojas afirmó que el PCGA ha mejorado la productividad y fortalecido las capacidades de los productores para una mejor articulación con el mercado.
“El PCGA es multidimensional porque el desarrollo rural también lo es. Este programa ha contribuido al desarrollo de la cadena de valor de la quinua, y la importancia de fortalecerla reside en que agrupa a muchos pequeños productores en situación de pobreza, por tanto, producir con mayor efectividad y eficiencia tiene un impacto en su calidad de vida”, explicó Miguel Maldonado, coordinador del programa.
El Programa Granos Andinos capacitó a más de 1 200 productores en la gestión cooperativa y comercial. Asimismo, ha apoyado a los campesinos a conectarse más directamente con el mercado promoviendo su producto en ferias internacionales como la ExpoAlimentaria (2016). Además, se ha logrado comercializar 132 toneladas métricas de manera asociada de granos andinos, con un incremento en el precio de venta de 13% por encima del precio de las ventas individualizadas.
Las mujeres ocupan un papel fundamental en el programa: representan el 60% de los productores beneficiados con el proyecto. Además, tienen un lugar central en el funcionamiento de las Uniones de Crédito y Ahorro que funcionan con el dinero aportado por los propios agricultores y ha permitido que tengan acceso a crédito para invertir en proyectos productivos de siembra de quinua orgánica, se informó a INFOREGIÓN.