La tala ilegal es una de las principales trabas al desarrollo de los pueblos que habitan en la Amazonía. Por ello, la Federación de Comunidades Nativas Ashéninka de la Provincia de Atalaya – FECONAPA y la Federación Nativa del río Madre de Dios y Afluentes – FENAMAD, han conformado sus veedurías forestales, para lograr un mejor control de sus recursos forestales.
La Veeduría Forestal brindará asistencia técnica a la gestión sostenible de los bosques comunales. Tienen como obligación velar por el cumplimiento de la ley y supervisar la realización de negociaciones justas con otros actores del mercado. Las primeras experiencias de veedurías han sido promovidas por la Organización Regional AIDESEP Ucayali -ORAU.
Según Braulio Buendía, especialista de TRAFFIC para el proyecto Amazonía Viva, señala que con la designación de los nuevos veedores de FECONAPA y FENAMAD se contribuirá al fortalecimiento de sus capacidades técnicas, de control y negociación, beneficiando a sus comunidades afiliadas.
«Con este fundamental paso, se espera que los hermanos indígenas, que ahora cuentan con estas veedurías, puedan revertir los problemas de ilegalidad que afectan sus territorios, generando transparencia y condiciones justas en las transacciones comerciales de las comunidades tanto para bienes como servicios del bosque”, precisó Buendía a INFOREGIÓN.
Además la presencia de estas veedurías facilitará la administración y manejo de información forestal, así como el monitoreo de los permisos forestales, entre otros.
Esta iniciativa beneficiará también al sector empresarial, pues con esta instancia lograrán tener mayor seguridad y estabilidad para sus inversiones comerciales con las comunidades.
Las Veedurías Forestales son apoyadas por el proyecto Amazonía Viva, financiado por la Unión Europea y WWF Alemania, y es implementado en Perú por DAR, SNV, TRAFFIC y WWF-Perú, y en Colombia por Corpoamazonia, SINCHI, TRAFFIC y WWF-Colombia.