Representantes de las comunidades nativas de Palmarreal, Zonene e Infierno de Madre de Dios, anunciaron que tienen un proyecto denominado “La reivindicación de la nación Ese Eja”, por el cual plantearán ante el Estado peruano la reivindicación de sus territorios ancestrales, que les fueran “arrebatados” con la creación del Parque Nacional Bahuaja Sonene (PNBS) y la Reserva Nacional de Tambopata (RTN).
El promotor del proyecto es César Augusto Jojajé Eriney, de la comunidad Nativa de Palmarreal, quien dijo que este viernes 7 de junio se reunirán las comunidades nativas Ese Eja para presentar la propuesta de administración compartida al PNBS y a la RNT. “Será una cita histórica de la nación Ese Eja”, dijo a NFOREGIÓN.
El líder indígena manifestó que la historia ha obligado a este pueblo originario de Madre de Dios a unirse para elevar un justo reclamo al Estado peruano que no está cumpliendo con atender a las comunidades nativas.
“No hay obras, no hay agua ni luz, las escuelas están en pésimas condiciones, los puestos de salud no están implementados, incluso las comunidades cercanas a Puerto Maldonado no tienen buenas carreteras”, comentó.
Asimismo, afirmó que sus hermanos nativos ven cómo los turistas ingresan al Parque Nacional, a la Reserva de Tambopata y parte de sus territorios, pero ellos no reciben “ni un sol” de beneficios, pese a que son sus territorios ancestrales. “En qué nos beneficiamos nosotros”, se preguntó.
Jojajé Eriney afirmó que ellos son los mejores cuidantes de los bosques y que pese a la falta de respeto y a la vulneración de sus derechos se han mantenido callados, pero que hoy, después de 22 años de la creación del Parque Nacional y la Reserva Tambopata, las tres comunidades han acordado unirse y solicitar a través del diálogo su participación en la co-gestión de estos parques.
Por su parte, Federico Durand, representante de la Comunidad Nativa de Infierno, indicó que su comunidad es una de las más cercanas y que hoy sufre los impactos de la inmigración y de la carretera Interoceánica.
Indicó además que la Reserva de Tambopata, le ha quitado más de mil hectáreas a la comunidad, la que tendría títulos de propiedad de la época de la Reforma Agraria, de más de 9 mil hectáreas, pero tras la creación de la Reserva Tambopata, sus territorios se han visto disminuidos en más de mil hectáreas.
“La comunidad está ahora reducida a solamente siete mil hectáreas”, agregó.
Durand, explicó que la Comunidad Nativa de Infierno es un modelo de desarrollo sostenible desde el 96 al crear su proyecto turístico exitoso en convenio con la empresa Raiforest expedition. “Nosotros hemos aprendido a hacer empresa, somos un modelo en el mundo”, señaló.
También afirmó que comunidades de otros países del mundo los invitan a explicar su modelo, pero eso no sucede en nuestro país y que el Estado no cumple su rol social con las comunidades nativas.
“Contradictoriamente es el Estado a través de la Reserva Nacional de Tambopata el que le está quitando a su comunidad y que ahora quiere concesionar áreas a grandes empresas turísticas”, denunció.
También expresó el malestar de su comunidad debido a la actividad minera ilegal, que está invadiendo su territorio, poniendo en peligro la biodiversidad.
“Nuestra preocupación es el futuro de la biodiversidad y de nuestros pueblos que están creciendo”, puntualizó.
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