Publican la Declaración de Lima

Nosotros, los Jefes de las Delegaciones que participamos en la Conferencia de Lima sobre el Problema Mundial de las Drogas:

1. Reconocemos los esfuerzos realizados por los Estados y las organizaciones internacionales competentes, así como la contribución de la sociedad civil para luchar contra el Problema Mundial de las Drogas, y reiteramos nuestra profunda preocupación por el Problema Mundial de las Drogas, que constituye una grave amenaza para la seguridad y salud pública, el bienestar de toda la humanidad y la seguridad nacional; debilita el estado de derecho y fomenta la corrupción; y socava el desarrollo sostenible, los ordenamientos jurídicos, la estabilidad política y económica, y las instituciones democráticas;

2. Conmemoramos el centenario de la Convención Internacional del Opio suscrita en La Haya el 23 de enero de 1912, y más de un siglo de cooperación mundial y de compromisos internacionales en la esfera de fiscalización de drogas derivados de cien años de labor conjunta encaminada a proteger a nuestros ciudadanos de las drogas ilícitas, reducir la oferta y la demanda, fomentar el desarrollo alternativo y la erradicación de cultivos ilícitos para la producción de drogas, así como garantizar la disponibilidad de estupefacientes para fines científicos y médicos, a la vez evitar su desviación y uso indebido;

3. Destacamos que la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961, tal como fue enmendada por el Protocolo de 1972, el Convenio sobre Sustancias Psicotrópicas de 1971 y la Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Sicotrópicas de 1988 constituyen el marco del sistema internacional de fiscalización de drogas, y urgimos su plena y efectiva aplicación. Reconocemos el papel principal que desempeña la Comisión de Estupefacientes como órgano regulador de la
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, conjuntamente con sus órganos subsidiarios y la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), como los órganos de Naciones Unidas con responsabilidad primordial en materia de fiscalización de drogas. Reafirmamos nuestro apoyo para los organismos internacionales encargados por las Convenciones para hacer frente al Problema Mundial de las Drogas, incluyendo organizaciones internacionales competentes como la Organización Mundial de la Salud;

4. Reconocemos la necesidad de intensificar los esfuerzos para el logro de los objetivos establecidos en la Declaración Política y el Plan de Acción sobre Cooperación Internacional en favor de una Estrategia Integral y Equilibrada para Contrarrestar el Problema Mundial de las Drogas de 2009;

5. Insistimos en que el Problema Mundial de las Drogas debe abordarse en un marco multilateral, regional y bilateral, adoptando medidas concretas, amplias y eficaces basadas en pruebas para reducir considerablemente tanto la demanda como la oferta de drogas ilícitas, en virtud del principio de responsabilidad común y compartida;

6. Reconocemos cierto progreso logrado en el plano local, regional e internacional, si bien expresamos aún nuestra preocupación por las tendencias mundiales negativas en materia del cultivo, producción, fabricación, tráfico y distribución ilícitos, y el uso indebido de drogas;

7. Destacamos la urgente necesidad de responder a los graves desafíos planteados por los crecientes vínculos entre el tráfico ilícito de drogas, la corrupción y otras formas de delincuencia organizada transnacional, incluyendo la trata de personas, el tráfico de armas de fuego, los delitos cibernéticos y, en algunos casos, el terrorismo y el blanqueo de dinero;

8. Destacamos la importancia de aplicar plenamente un enfoque amplio y equilibrado para hacer frente al Problema Mundial de las Drogas, incluyendo, según corresponda, el uso de métodos intersectoriales integrados, con el objeto de obtener resultados favorables en todos los niveles, en pleno cumplimiento del derecho internacional;

9. Reconocemos la importancia de optimizar y seguir fortaleciendo la cooperación que sea necesaria para tratar sobre el intercambio de información y las mejores prácticas; así como utilizar de manera eficiente las redes nacionales y redes intergubernamentales, regionales y globales relacionadas con el Problema Mundial de las Drogas;

10. Reconocemos, asimismo, la importancia de fortalecer los mecanismos existentes, entre ellos los mecanismos operados por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), en particular el Sistema Electrónico de Intercambio de Notificaciones Previas a la Exportación (PEN Online) y el Sistema de Comunicación de Incidentes de Precursores (PICS), a efectos de aumentar el intercambio oportuno de la información correspondiente, con la activa participación de gobiernos y entidades gubernamentales, de
conformidad con las tres convenciones de fiscalización internacional de drogas y demás instrumentos internacionales pertinentes;

11. Apoyamos el intercambio de información y de las mejores prácticas en materia de programas eficaces, amplios e integrados de reducción de la demanda de drogas basados en evidencias científicas, que abarquen la prevención, el tratamiento, la atención y servicios de apoyo conexos; la rehabilitación, la investigación y la reducción de las consecuencias negativas del uso indebido de drogas para la salud y la sociedad; incluyendo las medidas encaminadas a contener la propagación del VIH/SIDA y demás enfermedades transmitidas por la sangre, en pleno cumplimiento de las convenciones de fiscalización internacional de drogas y demás instrumentos internacionales pertinentes; así como de conformidad con la legislación nacional;

12. Alentamos a los Estados a que estudien posibilidades de introducir penas sustitutivas de enjuiciamiento y encarcelamiento, o de mejorar las existentes, cuando corresponda, de conformidad con la legislación nacional y los instrumentos internacionales pertinentes;

13. Acogemos con beneplácito el importante papel que desempeña la sociedad civil, en particular las organizaciones no gubernamentales, en la lucha contra el Problema Mundial de las Drogas, y observamos que se debería permitir que los representantes de las poblaciones afectadas y de las entidades de la sociedad civil, según corresponda, participen en la formulación y aplicación
de estrategias de reducción de la demanda y la oferta de drogas;

14. Alentamos a la comunidad internacional a que fortalezca su apoyo a los programas, proyectos o iniciativas regionales de cooperación con los países para abordar eficazmente el problema mundial de las drogas;

15. Nos comprometemos a seguir fortaleciendo la cooperación internacional para identificar, embargar preventivamente e incautar, y para confiscar o decomisar bienes ilícitos relacionados con drogas ilícitas mediante la cooperación y asistencia mutua con otros Estados; y al fortalecimiento de los mecanismos de acción conjunta y de cooperación internacional;

16. Reconocemos la necesidad de prevenir la desviación de precursores químicos utilizados para la fabricación de drogas ilícitas, respetando la legislación nacional y las tres convenciones sobre fiscalización internacional de drogas;

17. Subrayamos la necesidad de hacer frente al uso indebido de las nuevas sustancias psicoactivas emergentes;

18. Acogemos con beneplácito la convocatoria de la Conferencia Internacional sobre el Desarrollo Alternativo, organizada por los Gobiernos de Tailandia y el Perú, que se celebrará en Lima los días 15 y 16 de noviembre de 2012, en la que se espera examinar un conjunto de principios rectores internacionales que sirvan de directrices para elaborar estrategias más eficaces de desarrollo
alternativo. También aguardamos con interés el intenso diálogo y los posibles resultados de la Conferencia que se celebrará en noviembre, en particular con respecto al intercambio de experiencias y el debate abierto de 4 propuestas relacionadas con incentivos para el desarrollo alternativo y el  desarrollo alternativo preventivo, en particular estrategias e instrumentos de comercialización especiales, incluyendo un sello mundial para los productos resultantes de programas de desarrollo alternativo, con pleno respeto de las obligaciones internacionales, en particular las normas del comercio multilateral;

19. Expresamos nuestro reconocimiento al Gobierno del Perú por su hospitalidad y por la organización de esta Conferencia Internacional.