La comisión especial presidida por la legisladora aprista Olga Cribilleros probó mediante un informe, que la congresista Nancy Obregón provocó una serie de enfrentamientos entre la policía y los cocaleros que eran proveedores de hoja de coca al narcotráfico.
El documento señala que su caserío de Santa Rosa de Mishollo retuvo con el apoyo de una turba de cocaleros a un grupo de autoridades y efectivos policiales que llegaron hasta el lugar para coordinar programas de desarrollo alternativo a la hoja de coca, según da cuenta hoy el diario perú 21.
Asimismo, detalla sobre el parentesco político con Santos Domínguez Córdova, esposo de su hermana Marleni Rosa Obregón. Según el atestado de la Dirección Antidrogas (DIRANDRO) al sujeto le descubrieron tres pozas de procesamiento de pasta básica de cocaína en el sector de Los Ángeles.
En el informe, Olga Cribilleros señaló también la relación que tiene la congresista Obregón con el ex asesor de su despacho congresal, Max Caller, detenido con 140 kilos de droga. Además, del lazo con Fabio Chávez, ex policía acusado de tráfico de drogas y actualmente prófugo de la justicia, y quien es el padre de sus hijos.
Sin embargo todas las evidencias presentadas en su informe en julio pasado no fueron suficientes para que el pleno del Congreso le aprobara una ampliación de 60 días para las investigaciones y hoy en realidad ya no hay nada que hacer.
“Todas estas evidencias deberían haber sido suficientes para que el Congreso dé luz verde a la solicitud para ampliar las investigaciones por 60 días, el pedido se hizo en julio de 2010 pero nunca se aprobó en el pleno del Congreso y ahora, a 38 días ya de terminar el mandato de este Parlamento, todo trámite es extemporáneo y la investigación a Obregón está destinada al archivo”, lamentó la congresista aprista que estuvo encargada de la investigación.
El matutino no deja de resaltar que resulta curioso, por decir lo menos, recordar esta pasividad de los congresistas frente a estas evidencias de infiltración del narcotráfico y contrastarlas a la indignación que los mismos padres de la patria muestran ahora ante la inminente incorporación, en el próximo Parlamento, de por lo menos diez representantes de distintas agrupaciones políticas que estarían vinculados con el tráfico ilícito de drogas.