LIMA. Los bloqueos de las vías a nivel nacional no solo están poniendo en riesgo a las regiones como Apurímac, Arequipa, Áncash y Puno, que podrían quedarse sin agua potable debido a la escasez de insumos químicos para su potabilización, según alertó la Superintendencia Nacional de Servicios de Saneamiento (Sunass), sino también han puesto en pausa diversos proyectos hídricos que benefician a los ciudadanos con agua para riego y consumo humano.
Entre los proyectos afectados, está el que se encuentra entre las provincias de Cañete (Lima) y Chincha (Ica), en las pampas de Concón-Topará, cuyo objetivo es transformar los terrenos áridos en áreas productivas beneficiando a cerca de 200 mil ciudadanos, de esta manera contribuiría al desarrollo de los sectores agrícola, pecuario y vivienda.
“Nosotros no tenemos agua y actualmente la compramos por tanques. Yo vivo aquí hace años y se formó un comité para ver cómo podríamos hacer para tener agua. Hoy por las protestas todo se está atrasando”, afirmó a Inforegión Mateo Pumahuamán, presidente del Comité de Desarrollo de Agua y Desagüe de la Pampa Concón-Topará.
Una situación similar también se vive en la provincia de Anta, Cusco, zona que está sufriendo los estragos del cambio climático.
“Las lagunas se están secando, pero a través de este proyecto de recarga hídrica se busca reactivarlas para que puedan regar las chacras y cultivar dos o tres veces al año, actualmente solo se hace una vez”, señaló Abel Cruz Gutiérrez, presidente del Movimiento Peruanos sin Agua.
Cruz Gutiérrez también afirmó que debido a los bloqueos que se vienen realizando desde diciembre del año 2022, se ha pausado todo, causando un retroceso en el mejoramiento de la calidad de vida de los pobladores más vulnerables.