El Proyecto Central Hidroeléctrica de Chaglla fue considerado como uno de los 10 proyectos claves en América del Sur de acuerdo a la investigación “Casos Paradigmáticos de Inversión del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil” (BNDES), que lo considera un proyecto ambientalmente sostenible.
“La Central Hidroeléctrica de Chaglla es un proyecto peruano de generación de electricidad e gran envergadura, no solo por la cantidad de energía que producirá, sino también por sus altos estándares dado que, por tener el aval del BID (Banco Interamericano de Desarrollo), que cuenta con políticas sociales y ambientales propias, se le han exigido estándares ambientales desde su financiamiento”, señala Pierina Egúzquiza de Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR), quien presentó el informe para el Perú.
PROGRAMAS AMBIENTALES Y SOCIALES
La investigación hace referencia a los programas ambientales y sociales implementados por Odebrecht, la empresa constructora del proyecto, destacando el Programa de Rescate de Flora y Fauna, por el cual se está realizando en la zona un extenso trabajo de conservación ambiental para recuperar las especies, efectuando un registro de flora y fauna, identificando especies, evaluando riesgos de extinción y elaborando diagnósticos.
Asimismo se menciona el fortalecimiento de las capacidades de las autoridades locales, por el cual la empresa está ayudando a las comunidades a elaborar sus “planes de desarrollo urbano” y se han implementado las “mesas de concertación” para la lucha contra la pobreza. Este es un espacio que reúne líderes con el fin de definir metas y estrategias de desarrollo.
Otro programa mencionado es de Capacitación Profesional Continua (Programa Creer), programa de capacitación laboral que impulsa Odebrecht en las áreas de influencia de sus proyectos. Se trata de un programa gratuito y voluntario por el cual se prioriza el empleo en las comunidades locales que carecen de mano de obra calificada.
A manera de conclusión, la investigación concluye que “dado que este proyecto ha sido monitoreado por el BID mediante auditorías ambientales y sociales del proyecto, debido al financiamiento prestado, puede servir como caso a replicarse en otros países de Latinoamérica para medir el cumplimiento de la política de medio ambiente y salvaguardas de las instituciones financieras”.