Programa de Desarrollo Alternativo muestra resultados alentadores al final del 2009

El Programa de Desarrollo Alternativo, PDA, muestra al término del año 2009 avances significativos en dos de las tres zonas de aplicación en que lo divide el analista en temas de desarrollo y economista Jaime García: el norte de la región San Martín, la zona de Tocache y Huánuco (Tingo María, Aucayacu), sector que también incluye para el experto a Aguaytía, en Ucayali.

En conversación con el programa radial Diálogo Ciudadano, que emite INFOREGIÓN, detalló que en la primera de las zonas antes señaladas el PDA se ha consolidado en forma positiva y prácticamente allá no existen los cultivos ilegales de hoja de coca.

«Allí es donde las asociaciones y las cooperativas de servicios están teniendo muy buenos resultados y ojalá que los precios ayuden, tanto para el café como para el cacao», comentó en el programa especial de fin de año del espacio radial.

Tocache

En cuanto a la segunda zona de aplicación del PDA, el experto consideró que en ella Tocache es quizás la mejor expresión de los logros del PDA, pues allí se puede encontrar avances aunque todavía el narcotráfico insiste en estar presente, «como lo demuestran claramente las 4,600 hectáreas erradicadas durante el 2009».

«En los últimos años la erradicación de coca ilegal en la zona está en alrededor de 4 ó 5 mil hectáreas por año, lo que quiere decir que el narcotráfico no se quiere ir todavía de San Martín. En esa zona todavía el PDA requiere consolidarse con una acción más fuerte en el año 2010» estimó.

García se congratuló de las buenas noticias dadas este año por la provincia de Tocache con la exportación del cacao, y los reconocimientos internacionales a sus productos,  lo que consolida  los esfuerzos que viene haciendo la cooperación internacional en la zona.

Falta Tingo María, Aucayacu y  Aguaytía

Sobre la tercera zona (Tingo María, Aucayacu y Aguaytía), García refirió que pese a las 5 mil 400 hectáreas de hoja de coca erradicadas en el 2009 en este sector, la presencia del narcotráfico sigue fuerte, lo que hace complicado llevar adelante programas de desarrollo alternativo en esta parte del Huallaga.

«[Allí] se debería tratar de desarrollar los otros programas complementarios, sobre todo la interdicción de insumos químicos, un mejor control del lavado de dinero, desarticulación de las firmas del narcotráfico y sobre todo insistir con los programas de erradicación de manera sostenible» consideró.

Anotó asimismo que en esta zona se requiere que  los programas de desarrollo alternativo cuenten con los recursos suficientes para desarrollar una economía lícita.

Articulación de estrategias en el VRAE

En el caso del valle de los ríos Apurímac y Ene, VRAE, el analista lamentó que los programas que se vienen implementando en algunas zonas están dispersos y no obedecen a ninguna estrategia contra el narcotráfico.

«Son iniciativas de diferentes instituciones, pero en los estudios que hemos hecho [estimamos que] eso no va a contribuir a la reducción del narcotráfico, si es que no va de la mano de un mejor programa, más eficiencia en el control de insumos químicos y en los programas de erradicación, que tienen que plantearse en algún momento», dijo.

Comentó que las iniciativas de desarrollo que se vienen llevando adelante tienen que seguir, pero articuladas y de la mano de mecanismos de interdicción de insumos químicos y de erradicación de cocales ilegales.

«Habría que reforzar las acciones de interdicción en el control de insumos químicos, con lo que se espera que caiga el precio de la hoja de coca ante la poca demanda que se generaría y recién ahí  empezar con la erradicación. No se puede entrar de frente con la erradicación por el problema social que existe de los remanentes de Sendero, pero sí de manera táctica empezando con los programas de interdicción y paralelamente con los programas de desarrollo alternativo», mencionó.

Trabajo insuficiente

García estimó finalmente que el Perú cerraría el año con un decomiso de unas 500 toneladas de insumos químicos, insuficiente para acabar con ese flagelo  si se compara  con las 8,500 toneladas incautadas en Colombia.

«En incautación de drogas, se estima que Perú va a estar alrededor de 27 toneladas en lo que es clorhidrato con pasta, similar a lo que fue el año pasado que fueron 26, Colombia está en 198 toneladas este año. Ecuador que no es productor pero es un país de tránsito está arriba de las 60 toneladas», agregó.