Más de siete mil agricultores de palma aceitera que años atrás abandonaron los sembríos de coca para apostar por este cultivo alternativo estarían a punto de perder toda su inversión porque el Estado no ha cumplido con apoyarlos en el proceso de comercialización.
Los productores, que proceden de San Martín, Huánuco, Loreto y Ucayali, denunciaron que no pueden vender su producción para la fabricación de biodiesel, que es su principal ingreso, porque en febrero pasado dejó de funcionar la única planta procesadora de ese combustible natural en la zona, que se instaló en Uchiza.
El presidente de la Confederación Nacional de Palmicultores (Conapal), Ledgar Arévalo, dijo que Indecopi estaría preparando una nueva norma técnica para la producción de biodiesel que sacaría del mercado al combustible producido a base de la palma aceitera.
“Eso sería nuestra ruina. Sentimos que el gobierno nos da la espalda luego de que nos convenciera para dejar de sembrar hoja de coca. Hemos invertido en la siembra de más 40 mil hectáreas y todo esto podría perderse”, se quejó el dirigente.
Por otro lado, sostuvo que Petroperú, mediante diversos convenios con Devida y otros organismos del Estado, se comprometió a promover el cultivo de palma aceitera para la producción de biodiesel e incluso instalar una planta de fabricación del combustible natural, ahora plantea nuevas exigencias técnicas.
Arévalo dijo además que la eventual quiebra de su producción arrastraría a otros miles de trabajadores en la Amazonía que están relacionados con la producción de biodiesel. En tal sentido pidió al gobierno que cumpla con las promesas que un día les hicieron para dejar de cultivar coca.
Claves
Cada agricultor posee cinco hectáreas de palma aceitera que generan un ingreso mensual de S/. 3,000 y que les permite sostener a sus familias.
En el 2003 se promulgó la Ley de Mercado de Biocombustibles que promociona el cultivo de palma aceitera.
Fuente: La República