El derrame de más de tres mil barriles de petróleo en Morona e Izama, y que fue producido por la rotura de ductos del Oleoducto Norperuano, puso en alerta a la población y evidenció la necesidad de fortalecer la transparencia ambiental, principalmente en los casos de proyectos extractivos.
Asimismo, la presidenta de la ONG Derecho Ambiente y Recursos Naturales (DAR), Vanessa Cueto, señaló la importancia de la vigilancia indígena debido a que fueron las organizaciones indígenas quienes alertaron a las autoridades sobre los derrames.
La presidenta de DAR también destacó la necesidad de indemnizar a los pobladores afectados por el derrame de petróleo. De igual forma señaló que es necesario tener presentes las consecuencias que este hecho produjo en la población.
Asimismo, Agilio Semperi, jefe del Consejo Machiguenga del Río Urubamba (COMARU), enfatizó la importancia de fortalecer el monitoreo indígena, ya que es un mecanismo necesario para lograr evitar futuros desastres ocasionados por las actividades extractivas.
Mejorar el sistema de transparencia ambiental requiere respetar el derecho que tienen los pobladores locales para acceder a la información básica relacionada con proyectos extractivos que puedan afectar sus tierras.
Por otro lado, una eficaz oportunidad para fortalecer este sistema sería implementación de la Iniciativa para la Transparencia en las Industrias Extractivas (EITI), la cual está destinada a transparentar los pagos de las compañías petroleras, mineras y gasíferas al gobierno, propiciando el desarrollo sostenible de nuestros recursos naturales.