El Ministerio del Ambiente (Minam) y el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) presentaron la décima y última moneda de la serie numismática “Fauna Silvestre Amenazada del Perú”, que tiene como protagonista a la rana gigante del lago Titicaca. Durante la presentación, la ministra del Ambiente, Fabiola Muñoz, destacó la presencia de esta especie amenazada en esta última edición de la gama de monedas.
“La rana gigante es una especie muy emblemática no solo para nuestro país, sino también para Bolivia y toda la región sur. Necesitamos generar conciencia y educación ambiental, agradezco la participación del BCRP en este objetivo de educar a la gente sobre nuestra biodiversidad”, sostuvo.
Asimismo, Muñoz Dodero destacó la generación de conciencia ambiental como un tema clave a fomentar desde temprana edad. “Desde pequeños debemos enseñarles a los niños y niñas el rol importante que cumplen estas especies en nuestro ecosistema”, añadió.
Al respecto, el presidente del BCRP, Julio Velarde, indicó que la presencia de esta especie enigmática del altiplano en las monedas de esta serie, contribuye y difunde la protección de esta raza amenazada. “La rana gigante se encuentra en la lista roja de especies amenazadas. Cada vez hay menos ejemplares por la contaminación del su hábitat y el tráfico ilegal. Esta iniciativa contribuye a su protección”, afirmó.
Esta moneda forma parte de la serie numismática “Fauna Silvestre Amenazada del Perú”, impulsada por el BCRP desde el 2017, y que consiste en la emisión y puesta en circulación a nivel nacional de 10 millones de monedas de S/ 1.00 de cada una de las diez especies emblemáticas seleccionadas: Oso andino u oso de anteojo, Cocodrilo de Tumbes, Cóndor andino, Tapir andino, Pava aliblanca, Jaguar, Suri, Mono choro de cola amarilla, Gato andino y la Rana gigante del lago Titicaca.
La nueva moneda busca generar conciencia en la ciudadanía sobre la importancia de la conservación de nuestras especies amenazadas, y reconocer la importancia de la rana gigante del lago Titicaca y su contribución a la cosmovisión de las comunidades del altiplano peruano-boliviano, informó el Minam a INFOREGIÓN.
La rana gigante está distribuida en el lago Titicaca, y en las lagunas y ríos adyacentes. Actualmente esta especie se encuentra al borde de la extinción debido principalmente al tráfico ilegal para consumo humano (es usada en extractos en las ciudades de Lima, Arequipa y Cusco principalmente), así como a la contaminación de sus hábitats en el lago Titicaca y sus ríos afluentes.
Cabe precisar que en el marco del Encuentro Presidencial y los Gabinetes Binacionales de Ministros Perú – Bolivia, el MINAM y el Ministerio del Medio Ambiente y Agua de Bolivia están impulsado desde el 2017 la implementación del Plan de Acción Binacional para la Conservación de la Rana Gigante (Telmatobius culeus) y del Zambullidor del lago Titicaca (Rollandia microptera), a fin de conservar las poblaciones y hábitats de ambas especies, promoviendo actividades sostenibles para las comunidades locales.
Asimismo, el Minam, Sernanp y Serfor están elaborando actualmente el Plan Nacional de Conservación de la Rana Gigante y del Zambullidor del Titicaca, el cual está en proceso de aprobación. Esta iniciativa busca mantener y recuperar la calidad de los hábitats y mitigar su deterioro, ampliar el conocimiento y generar mayor conciencia en la población acerca de ambas especies y sus hábitats, y promover alternativas para el manejo y uso sostenible.
Sobre la rana gigante del lago Titicaca
La rana gigante del Lago Titicaca (Telmatobius culeus) es el anfibio más emblemático del altiplano peruano-boliviano. Está distribuida en el lago Titicaca, y en las lagunas y ríos adyacentes. Su nombre común alude a su gran tamaño, dado que en la década de 1970 se registraron individuos de gran tamaño y peso (hasta 50 cm de largo total y 1 kg de peso).
Esta rana ha desarrollado características únicas, como los abundantes pliegues de su piel, que le permiten vivir dentro del agua y respirar en condiciones extremas de escasez de oxígeno, bajas temperaturas, profundidad (hasta 60 m) y altitud (sobre los 3800 msnm).
Las culturas quechua y aymara veneraban a estos anfibios, asociándolos a ritos vinculados con el agua y la fecundidad. Los antiguos yatiris (hombres sabios) ofrecían a este animal sagrado en ceremonias como ofrenda y lo consideraban como un mediador ante las divinidades para atraer la lluvia.
La rana gigante del lago Titicaca está incluida en el Apéndice I de la Convención CITES y en la máxima categoría de amenaza a nivel nacional “En Peligro Crítico” (CR), lo cual permite implementar acciones de conservación en favor de esta especie, incluyendo la prohibición de cualquier uso comercial de la misma.