laboró junto con el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), la jefatura del Manu, gobiernos y ONG locales, y se tuvo el financiamiento de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude).
“El Manu es un sitio que figura en la lista de patrimonio mundial, y dentro del mandato de la Unesco está preservar y apoyar la preservación del patrimonio”, señaló Fernando Berríos, coordinador de programas de la entidad de la ONU.
Conjuntamente con los pobladores, la UNESCO identificó los riesgos y las amenazas existentes y trabajó en una gestión integral de riesgo y adaptación; además, realizó jornadas de capacitación y sensibilización para 260 profesores y más de 4,000 estudiantes.
Gracias a este trabajo, ahora se cuenta con una estrategia o plan de adaptación al cambio climático para el parque y las zonas aledañas como Challabamba y Kosñipata. En estas localidades, se identificó las zonas que pueden ser afectados por intensas lluvias, deslizamientos e inundaciones, entre otros fenómenos naturales, y se propusieron medidas como un sistema de alerta temprana.
En el estudio se determinó que los distritos andinos del ámbito del parque presentan niveles de riesgo a desastres muy elevados en comparación a los distritos amazónicos, donde le nivel de riesgo es menor.
Berríos explicó que el trabajo en el Manu fue la primera experiencia de la UNESCO en el tema medioambiental en Sudamérica, ya que anteriormente se ha trabajado más en educación y cultura.
La propuesta se laboró junto con el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp), la jefatura del Manu, los gobiernos y ONG locales, con el financiamiento de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude).