Presencia de Sendero en el VRAE desde 1983 hizo que agricultores dejen cultivos lícitos por la coca

El periodista de investigación del diario El Comercio Pablo O*Brien publicó un informe sobre la historia de la coca y violencia en el VRAE y señaló que antes del año 1983, en que se intensifica la guerra subversiva en la zona, los agricultores producían café y otros productos destinados a la exportación, pero luego de ese año, los campesinos tuvieron que dedicarse al cultivo de la hoja de coca.


 


En diálogo con INFOREGIÓN, el hombre de prensa resaltó que antes de 1983, la coca no tenía mucha importancia en la economía del VRAE, sino todo lo contrario, y productos como el café eran el sustento de la región.


 


Incluso refirió que existían agrupaciones y asociaciones que producían estos productos para la exportación y el Gobierno promocionaba actividades y obras para el desarrollo de la zona. 


 


Zona olvidada


O*Brien precisó que  con el estallido de la violencia terrorista, el VRAE pasó a ser una zona olvidada por el país «y dadas las condiciones de violencia, los pobladores del lugar se vieron obligados a sembrar hoja de coca para sobrevivir porque era el único producto que podía desarrollarse en estas condiciones. Desde el año 83, la coca se convierte en un producto trascendental para la economía del lugar», remarcó el hombre de prensa.


 


Lamentó asimismo que luego de terminada la guerra interna, las autoridades no se hayan preocupado por restablecer el vínculo perdido con el VRAE sino que mas bien lo dejaron apartado.


 


«El Gobierno no sabe o no quiere combatir al narcotráfico de manera decidida. Hasta ahora no se conocen los resultados del Plan VRAE, salvo algunas declaraciones pomposas y medidas ridículas como bombardear las pozas de maceración como dijo el presidente García. No hay una política real que se esté aplicando en el terreno, no hay interés de erradicar los cultivos de coca, de crear programas de desarrollo alternativo, para que se dediquen a las actividades que antes desarrollaban», enfatizó.


 


Subsistencia de Sendero depende de su vínculo con el narcotráfico


Por otro lado, alertó que en el VRAE, Sendero está haciendo algún tipo de trabajo ideológico y que ha quedado claro que «su subsistencia sólo depende de su vinculación con el narcotráfico. Es Sendero el que controla buena parte de la producción de coca del valle, la protege y alienta para sus fines ideológicos y políticos» aseguró.


 


En ese sentido, O*Brien comparó a Sendero con las FARC colombianas porque el remanente senderista en el VRAE «todavía tiene intereses políticos a pesar de sus vinculaciones con el narcotráfico y la delincuencia común».


 


Así, recordó que desde el año 2000, se incrementó notablemente el narcotráfico en el VRAE, con mayor tecnología puesta al servicio de la producción de coca.


 


«Este hecho ha convertido al VRAE en el principal productor de hoja de coca en el Perú cuando en realidad antes lo era el Huallaga. La consecuencia más grave es que  se han instalado muchas organizaciones que están produciendo cocaína y eso es malísimo, hay evidencias de que el VRAE es el principal productor de cocaína», alertó.


 


Finalmente, dijo que esta economía delictiva en los valles cocaleros ha creado movimientos políticos que la defienden, cosa inédita en el Perú. «A partir del 2001 en diferentes valles cocaleros aparecen dirigentes bastantes visibles, como Nelson Palomino en la FEPAVRAE, Iburcio Morales en el valle del Monzón y Elsa Malpartida y Nancy Obregón en el Bajo Huallaga para defender la hoja de coca que en realidad va al narcotráfico», sentenció.