La doctora Ana Cecilia Romero, especialista de la ONG CHS Alternativo, informó que no todas las labores que realizan los menores de edad se pueden considerar como explotación o trabajo infantil. Recomendó que, antes de cuestionar los casos, es necesario analizarlos e identificar su razón de ser.
A través del programa radial Dialogando con el Pueblo, en Tocache, Ana Cecilia Romero, dijo que existen diferencias considerables entre las distintas formas de trabajo realizadas por los niños. “Algunas son difíciles y exigentes. Sin embargo, no debemos olvidar que existen casos en donde los menores realizan labores de forma conjunta con sus padres”.
La especialista indicó que la ayuda que prestan a sus padres en el hogar, la colaboración en un negocio familiar o las tareas que realizan fuera del horario escolar o durante las vacaciones para ganar dinero no pueden ser calificadas como explotación. Precisó que este tipo de actividades son provechosas para el desarrollo de los pequeños y el bienestar de la familia.
Romero aclaró que el trabajo infantil suele definirse como todo trabajo que priva a los menores de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico. Las actividades que interfieren con su educación también son consideradas como explotación.
“En necesario analizar la edad del menor, el tipo de trabajo que realiza, la cantidad de horas que le dedica y las condiciones en las que la realiza. Sabemos que en Tocache existe demasiada necesidad y por eso los niños salen a muy corta edad a vender sus productos del campo. Sin embargo, las autoridades deben estar vigilantes” indicó la experta.