Los productores de cultivos ilícitos del valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE), han sufrido un duro golpe en estas últimas semanas como consecuencia de las acciones de las fuerzas del orden para dar con el paradero de Martín Quispe Palomino, “camarada Gabriel”. El precio de la coca que cultivan ahora se cotiza a la cuarta parte de lo que se cotizaba hasta hace algunas semanas.
Según el especialista en temas de seguridad y narcotráfico, Rubén Vargas Céspedes, hasta antes del secuestro de los trabajadores del Proyecto Camisea por el grupo terrorista encabezado por “Gabriel” la arroba de coca costaba 120 soles. Ahora está entre treinta y cuarenta soles.
“Está en el límite del costo de producción. Eso no le conviene al narcotráfico, ni al cocalero ilegal. Entonces, la clave es lograr que ese precio de 30 o 40 soles se mantenga. Asimismo hay que poner más presión en el control de los insumos químicos”, señaló.
De otro lado, Vargas Céspedes descartó que Cajamarca se haya convertido en el “Medellín Andino” de la droga como se ha venido afirmando en algunos medios “de manera exagerada y hasta irresponsable”.
“En Cajamarca no hay más de 400 hectáreas de cultivos de coca. Este departamento es más bien usado como corredor para el envío de droga del Alto Huallaga hacia Ecuador. Pero eso no la convierte en una narcoregion”, afirmó.
Para ver la segunda parte del video haga click aquí