En Tingo María, dos días después que impidieran la invasión de la defensa ribereña de la parte norte de la ciudad, aludiendo el serio riesgo a la seguridad de toda la población, esta vez los propios moradores del asentamiento humano Keiko Sofía Fujimori, se posesionaron de ese mismo lugar intentando efectuar sus construcciones y poniendo como argumento la defensa de sus áreas verdes.