La amapola es una planta silvestre cuya belleza se puede apreciar a simple vista; sin embargo, su uso inadecuado causa la muerte de millones de personas alrededor del mundo. De la cápsula de la flor se extrae un látex que al solidificarse se obtienen más de 40 alcaloides del opio y este se puede sintetizar en heroína. En el Perú, entre el 2011 y 2022 se han destruido solo un poco más de 159 kilos de alcaloides del opio, según el Ministerio de Interior (Mininter).
En ese mismo rango de tiempo se han encontrado 277 kilos de látex de opio, 25 kilos de amapola, poco más de cinco kilos de clorhidrato de heroína, casi dos kilos de morfina (alcaloide que se encuentra en mayor cantidad y de ella se puede sintetizar la heroína) y más de un kilo de heroína. En total, se han encontrado cerca de 471 kilos de esta droga opioide en más de 10 años.
¿Acaso es una planta que se cosecha muy poco en nuestro país? La respuesta iría porque es “difícil establecer su localización de siembra, ya que es un cultivo transitorio”, afirma a Inforegión la especialista de la Dirección de Control de Drogas y Cultivos Ilegales del Mininter, Clara Bocanegra.
A esto se le suma que no se cuenta con investigaciones actualizadas sobre la cantidad total de este tipo de planta; además, hay un desconocimiento por los miembros de las fuerzas del orden.
“Yo pienso que no le están dando la debida importancia. No es como la erradicación de la hoja de coca. No se ha realizado un trabajo, un estudio que permita tener un punto de partida para que se pueda incluir dentro de una política de erradicación de la amapola. Tengo entendido que, en la zona del norte, la policía no la conoce realmente, la ve muy bonita por eso también pasa desapercibida”, señala Bocanegra.
La amapola no crece en cualquier lugar, tiene que estar en una zona un poco alta entre 2500 m.s.n.m a 3000 m.s.n.m., con clima nuboso. Inicialmente, se consideraba a Cajamarca, Piura y Amazonas como las principales zonas donde se produce.
“El látex de la amapola es transportado por diversas rutas terrestres que terminan principalmente por la frontera de Ecuador. En Cajamarca hay proliferación en ciertas zonas”, afirma Bocanegra. Actualmente también se ha encontrado evidencia en Huánuco, San Martín, Áncash, Ayacucho, Apurímac, La Libertad, Pasco, Cusco, Junín y Lima (Canta).
Esto se corrobora en el estudio del economista Jorge Chávez “La Coca, amapola y lavado de dinero” publicado en el libro “Las economías criminales y su impacto en el Perú” de los autores Ricardo Valdes, Carlos Basombrío y Dante Vera, donde se revela el impacto de esta droga en Cajamarca.
“Ahí operan más de 60 firmas que acopian y trafican conjuntamente pasta básica de cocaína, látex de amapola e incluso heroína. Chota y Celendín son las principales provincias productoras de estas drogas, siendo Bambamarca (capital de la provincia de Hualgayoc) el gran centro de acopio y distribución hacia Lambayeque”, se lee en la investigación.
En ese sentido, es necesario que se realice un estudio exhaustivo para conocer realmente la cantidad de este tipo de plantas, sobre todo porque ya se está expandiendo a más regiones. El punto de partida debe ser Cajamarca, centro de acopio de esta planta.