MOQUEGUA. El volcán Ubinas, ubicado en la provincia General Sánchez Cerro, región Moquegua, inició este jueves un nuevo proceso eruptivo. Las primeras emisiones de ceniza fueron detectadas el 22 de junio, a las 00:11 horas, por el Ministerio del Ambiente (Minam), a través del Instituto Geofísico del Perú (IGP). El fenómeno natural ocurrió pocos días después de la recomendación del Minam y del IGP para elevar el nivel de alerta volcánica de verde a amarillo.
El director del Observatorio Vulcanológico del Sur, del IGP, Marco Rivera, señaló a Inforegión que «el volcán Ubinas, uno de los más activos de las regiones en el sur de Perú, ha presentado al menos 27 erupciones o procesos eruptivos, en 500 años. El último se registró en julio de 2019″. En ese sentido, precisó que el IGP evalúa, permanentemente, la actividad volcánica del Ubinas y de incrementarse en las próximas horas o días, no dudarán en emitir una nueva recomendación para el cambio de nivel de alerta a color naranja.
«Probablemente, en las siguientes horas o días, habrá mayor actividad y las emisiones de ceniza aumentarán. La alerta verde significa que el volcán está en condiciones estables. El nivel amarillo quiere decir que está tranquilo, pero que más adelante puede reactivarse o erupcionar. Para dar la alerta de color naranja, las columnas volcánicas deben superar los 3 kilómetros de altura, y las cenizas o, incluso, los bloques incandescentes que expulsa, alcanzan un mayor rango y sus efectos son más perjudiciales. Las emisiones de cenizas del jueves tuvieron una altura aproximada de 1 kilómetro», explicó.
Actividad del volcán Ubinas podría extenderse por algunos meses
El monitoreo y recomendaciones del IGP sirven para que las autoridades implementen sus planes de contingencia. El especialista detalló que algunas de estas medidas son, por ejemplo, habilitar los albergues ya instalados al darles el mantenimiento respectivo para un buen funcionamiento; prever la ayuda para los habitantes de las zonas aledañas al volcán Ubinas, que viven de la ganadería y la agricultura; trabajar de manera coordinada con los diferentes ministerios (salud, educación, agricultura, etc.).
«El volcán Ubinas está situado en la cabecera del valle Ubinas. En el fondo del valle hay más de cinco o seis poblados donde habitan entre 3000 y 3500 personas que se dedican, principalmente, a la actividad agropecuaria. Si las emisiones de ceniza se incrementan, perjudicarán los cultivos, los suelos, las fuentes de agua, los terrenos de pastizales. Pueden tener un grave impacto sobre el valle. Por este motivo, recomendamos el cambio del nivel de alerta a amarillo y que pongan en marcha sus planes de contingencia», anotó.
La actual actividad del Ubinas podría extenderse por algunos meses, según el IGP, que toma como referencia anteriores erupciones del Ubinas (2006-2009, 2013-2017 y 2019). En una nota prensa, el organismo público indicó que cada proceso eruptivo se desarrolla de manera diferente y con periodos variables de duración. Los de 2006 y 2013 se prolongaron unos tres años cada uno. El del 2019 duró solo cuatro meses y, pese a ello, generó mayores impactos.
«El 19 de julio del 2019, el Ubinas tuvo una gran erupción que formó una columna de más de 6 kilómetros de altura, expulsando una cantidad intensa de cenizas, las cuales viajaron a más de 250 kilómetros de distancia. La erupción duró más de ocho horas y afectó a las regiones Moquegua, Tacna, e, incluso, cayó en algunas ciudades de Bolivia, como La Paz», manifestó.
Marco Rivera añadió que el IGP monitorea también otros volcanes, como el Sabancaya y el Misti, ambos en la región Arequipa y que el trabajo consiste en «cuantificar, evaluar, hacer seguimiento de las actividades volcánicas —muchas veces asociado con el incremento de actividad sísmica— y proporcionar información a las autoridades, a la población y la prensa».