“Trabajo en Parques Nacionales de Colombia desde hace 14 años, periodo en el cual han perecido amigos y compañeros; hombres y mujeres que poseían una doble condición: ser personal comprometido con la conservación de áreas protegidas y por otro, seres humanos comunes y corrientes que luchaban por sacar sus familias adelante que compartían el destino de las comunidades locales en sus regiones de trabajo o eran miembros originarios de estos sitios”, refiere Gisela Paredes en artículo publicado en el último boletín Áreas naturales protegidas y guardaparques.
“Cuando mataron a mi colega Ligia –prosigue Paredes- llevamos su cuerpo al aeropuerto de Barranquilla para enviarla de retorno a su pueblo de origen; nos acompañaron mujeres, niños y hombres llorosos que también sentían la pérdida de la amiga, de la profesora amante del manglar, de la mujer que comprendía y compartía sus infortunios, que había estado trabajando con ellos en nuevas opciones de vida para proteger el ecosistema de manglar y también mejorar las condiciones de vida de la gente, su gente. Ese día llegaba a Barranquilla Shakira la cantante, los agentes de seguridad del aeropuerto al comienzo pensaron que toda esa multitud eran fans, quedaron sorprendidos al comprobar que quien movilizaba era una guardaparque del Sistema de Parques de Colombia”.
“También he visto como algunos compañeros después de la muerte de otros colegas se han encerrado en sus cuartos durante largos periodos de tiempo llenos de depresión y miedo, otros llenos de rabia han llorado y pensado que hay que hacer; otros adoptaron hábitos ilógicos para algunos, con los que buscaban que si un día morían al menos no estuviesen frente de sus hijos para que ellos no tuviesen esos nefastos recuerdos”.
“En el ejercicio del control y vigilancia para salvaguardar los recursos naturales nos enfrentamos a situaciones complejas, a veces extrañas –parecidas a un viacrucis-: al borde de un linchamiento por parte de comunidades locales enfurecidas al intentar decomisar un manatí o huevos de iguana, quedarse en la mitad de la nada con el cargamento decomisado (animales, piezas de madera, camiones con recursos pesqueros u otros) y tener que hacer diferentes gestiones para continuar con el proceso administrativo y jurídico…luego eres considerado persona no grata por algún tiempo en la región, la paradoja es que sigues siendo el mismo, que también hace acciones de monitoreo, educación ambiental, apoyo a procesos sociales para la conservación”.
“Entonces viene la situación más paradójica, para unos eres uno de los súperamigos que protege el planeta, para otros eres el funcionario que no conoce ni entiende a las comunidades. La realidad es que no somos lo uno ni lo otro, solo seres humanos con sueños, que con nuestra mística contribuimos a proteger la vida en todas sus formas, el derecho a existir, a la diferencia, a hacer un mundo mejor no solo para los que estamos hoy sino para los otros que vendrán”.
“Por ello, ante el llamado de hoy de cómo proteger a los que protegen les invito a que pensemos e implementemos de forma conjunta acciones integrales que tengan en cuenta no solo la contingencia de la muerte de un compañero, sino las condiciones en las que se desempeña la labor, entre otros puntos se me ocurre:
- Lanzar lacampaña mundial Proteja un Guardaparque y salve el patrimonio natural, como una iniciativa comunicativa conjunta de todas las ONG que trabajan en áreas protegidas y las entidades responsables de los Sistemas de Áreas Protegidas, para sensibilizar a decisores políticos y opinión pública a cerca del trabajo realizado por el personal de las áreas protegidas, las limitaciones para el desarrollo del mismo en diferentes continentes y las oportunidades para el bienestar de la sociedad. Esto permitiría avanzar en el reconocimiento, respeto y dignificación de la profesión de guardaparque y por tanto la creación o fortalecimiento de redes de apoyo social e interinstitucional.
- Apoyar el desarrollo de los programas de bienestar de los sistemas de áreas protegidasque contribuyan a mejorar las condiciones de vida y seguridad, del personal encargado de administración de áreas protegidas. Estos incluiría entre otros seguros de vida y atención sicológica.
- Reconocer y apoyar la profesionalización de la labor del guardaparque, a través de programas de capacitación que permitan complementar los conocimientos para la conservación de las áreas protegidas con participación social y el fortalecimiento de habilidades para la planeación con visión regional, gestión de conflictos, ordenamiento territorial.
- Reconocer y apoyar los procesos o experiencias de conservación de áreas protegidas con la participación de comunidades locales, donde se ha comprobado que es posible la prevención o gestión de conflictos a partir del trabajo sinérgico entre el área protegida y las comunidades asentadas dentro de la misma o en su zona de influencia.
- Apoyo a los Sistemas de Áreas Protegidas en la formulación y operativización de nuevos esquemas de control y vigilancia que contemplen tanto la visión restrictiva tradicional de control y vigilancia como la autorregulación social y nuevas opciones productivas para la gente.
- Crear el Fondo de Apoyo para guardaparques, viudas y huérfanos de la lucha por la conservación”.