La adjunta para la Mujer de la Defensoría del Pueblo, Eugenia Fernán Zegarra, lamentó que la Policía Nacional y la Fiscalía no actúen con la celeridad que se necesita para combatir el delito de la trata de personas, pese a que sí atienden los casos.
“Lo que nosotros recomendamos a la Policía Nacional y al Ministerio Público siempre es celeridad, el cumplimiento del debido proceso penal y la detención efectiva de los autores del delito, es decir, que no sean puestos en libertad al poco tiempo”, subrayó.
La funcionaria indicó que lo que falta es trabajar el tema de la reinserción de las víctimas en la sociedad, porque no es sólo liberarlas y detener a los implicados, sino que hay que ver como apoyar a las víctimas, que terminan fuertemente afectadas.
“Hay que darles tratamiento psicológico, ayudarlas a integrarse nuevamente. Muchas son privadas de su libertad por mucho tiempo y ya no saben cómo relacionarse con los demás, o tienen miedo a todo. Es un trabajo que también deberían prevenir las autoridades”, manifestó.
Las mujeres, las principales víctimas
En entrevista concedida a CHS Alternativo, Fernán Zegarra remarcó que si bien las mujeres no son las únicas víctimas de este delito, son ellas las reclutadas en la mayoría de los casos, ya que los fines de la trata de personas son, por lo general, la explotación sexual.
En otro momento, dijo que la Defensoría del Pueblo no maneja cifras de cuántas víctimas de trata de personas son mujeres en el país. “Sí han llegado denuncias a la Defensoría del Pueblo y esos son los pocos casos que tenemos identificados. Donde hay más incidencia es con las mujeres, y es que son ellas las que los tratantes buscan para fines de explotación sexual o laboral, sobre todo como empleadas domésticas”, anotó.
También señaló que se ha detectado que la mayoría de las mujeres son captadas en la selva de nuestro país y llevadas, sobre todo, a la parte sur de la costa.
“Además, esta captación está relacionada a ciertas actividades económicas fuertes. Por ejemplo, en Madre de Dios, la explotación maderera o la minería son actividades que dan mucho dinero. Y este dinero se usa para solventar las redes que se dedican a este delito”, agregó.
Sostuvo que la Defensoría del Pueblo recomienda a las personas que estén siempre alertas ante cualquier situación que dé sospechas de ser delito de trata. “Normalmente, los tratantes captan a las jóvenes -si es que no las secuestran- por avisos en los periódicos, donde ofrecen trabajos y las citan y poco a poco las van metiendo en estos bajos mundos, o a través de los blogs, redes sociales y el chat en el Internet”, explicó.
Finalmente, dijo que, lamentablemente, en el Perú no existe un registro unificado sobre el tema, ya que son pocas las instituciones como CHS Alternativo -por no decir la única- que se preocupan por difundir los derechos de las mujeres, o por hacer capacitaciones a los funcionarios de las instituciones para que sepan qué es la trata de personas y cómo se manifiesta.
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