La Policía Nacional tomó el control de Ciudad Constitución luego de los desórdenes generados la semana pasada por narcotraficantes que vienen desarrollando sus actividades ilícitas en la zona y azuzando a la población para que se oponga a las tareas de erradicación que se ha planteado el Gobierno como parte de la estrategia de lucha contra las drogas.
Los narcotraficantes habían tomado la zona para desarrollar libremente sus actividades ilegales, al igual que la Uchiza de los años 80, por lo que las fuerzas del orden decidieron intervenir pata tomar el control del lugar, luego del ataque de grupos de agricultores cocaleros a efectivos policiales que dejaron como resultado varios heridos entre los policias antidrogas que resguardaban el traslado de personal y material logístico del proyecto Especial CORAH para el inicio de las labores de erradicación de cultivos ilegales en este sector del país.
Agentes especializados de la División de Operaciones Antidrogas del Alto Huallaga y el Grupo de Operaciones Antidrogas Táctico en Jungla, desarrollaron un rápido refuerzo al personal policial del Depoes 2, que en la noche del 30 de abril fueron atacados desde la oscuridad por cientos de pobladores y dirigentes cocaleros azuzados por el narcotráfico.
Una fuente policial informó a INFOREGIÓN en la turba habían sicarios infiltrados que incluso utilizaron armas de guerra pretendiendo cumplir su propósito, resultando heridos el comandante PNP Luis Paredes Lazo y tres suboficiales.
La llegada de los refuerzos hizo que los atacantes se replegaran y luego se dispersen pasadas varias horas, desde el sector Cartagena, donde bloquearon la vía de acceso.
Ciudad Constitución, conocida por los traficantes de drogas como Pichis-Palcazu, por la unión de los dos ríos de estos nombres en la zona, ha tenido un crecimiento económico ilegal en gran ascenso en los últimos años producto del narcotráfico, que ha sectorizado la ciudad en cinco zonas, todas controladas por las firmas de traficantes que operan allí, dijo la fuente.
En este lugar se han asentado narcotraficantes extranjeros de nacionalidad boliviana y brasilera, principalmente, así como sujetos dedicados también al narcotráfico procedentes de Ayacucho, Oxapampa, Huancayo, Tingo María y Monzón preponderantemente.
Es común ver asesinatos con regular frecuencia, todas las víctimas son acusadas de ser “soplones” de las fuerzas del orden, agregó.
También se supo que al producirse el conflicto, el alcalde Moisés Acuña Gómez viajó a Lima para tratar de impedir que se lleven a cabo las tareas de erradicación con el argumento que la mayoría de los habitantes se dedican a la ganadería.
Ello contrasta con lo hallado por la Policía Nacional en los patrullajes aéreos, que permitieron conocer la existencia de varias pistas clandestinas para el aterrizaje de avionetas del narcotráfico. En la última intervención los agentes policiales encontraron, incluso, una avioneta desmantelada en una vivienda.
En esta zona tampoco tiene sede una oficina de Enaco, por lo que las grandes cantidades de coca se destinan, en su totalidad, a la producción de droga.
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