Policía entrega atestados que probarían vínculos de narcotraficantes peruanos con las FARC

Agentes de inteligencia de la PNP que operan en el Alto Huallaga identificaron y entregaron a la jueza para casos de terrorismo de Huánuco, Vilma Flores León, una serie de atestados policiales que confirmarían la vinculación de diez individuos con el narcotráfico en el valle del Monzón y con el pago de cupos al llamado camarada “Artemio”.


 


Asimismo, algunos de los sujetos investigados se encargarían de abastecer y vender armamento a miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).


De acuerdo con los atestados PNP entregados al Poder Judicial de Huánuco, quedaría demostrada la vinculación de Hurda Josafat Ruvina Torres (a) “Severo” y de Carlos Rodríguez Castillo (a) “Papujo” con el tráfico ilícito de drogas y con el pago de dinero al líder de Sendero Luminoso en el Alto Huallaga.


Los documentos policiales también relacionan a Lucio Manayay Vilcabana (a) “Chorri” y de Leonidas Zevallos Cruz (a) “Caygua” con el tráfico de drogas. Otros personajes señalados en los atestados PNP son Clavel Lino Simón, Juan Rojas Niño, Wilder Kléber Venancio Castañeda, Lincoln Venancio Castañeda, Darío Machado Modesto y Hernán Tapia Trujillo (a) “Rambo”.


De igual modo, por medio del atestado PNP 060-07 de la División Policial de Leoncio Prado-DEINCRI, se estableció que Marco Colonio Pérez se encargaría de comprar armamento de guerra para luego venderlo a las FARC. Uno de sus principales colaboradores sería Tulio Panduro Saldaña, identificado por la PNP con la ayuda del RENIEC y la SUNARP.


El hilo de la madeja


La PNP descubrió los nexos de dichos personajes tras el decomiso de una gran cantidad de insumos químicos en el domicilio de la familia Sangama Saldaña, ubicada en el centro poblado Castillo Grande, en la provincia de Leoncio Prado.


Durante el registro domiciliario, la PNP encontró un cuaderno tipo espiral con los contactos que esa familia tenía en el mundo del narcotráfico.


Se sabe que dos miembros de ese clan familiar, Wuilger Sangama Saldaña (35) y Virilo Sangama Shupingahua (67) se encuentran prófugos de la justicia.


 

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