Efectivos de la Policía Nacional dieron un duro golpe a las mafias del narcotráfico que operan en el valle del Monzón al destruir cinco laboratorios de producción de pasta básica de cocaína e incautar dos toneladas de insumos químicos utilizados en la elaboración de drogas.
Periodistas de INFOREGIÓN indicaron que los agentes del Grupo de Operaciones Antidrogas Tácticas de Jungla (GOATJ) y del Departamento de Operaciones Tácticas Antidrogas (DEPOTAD) de Tingo María desarrollaron una incursión helitransportada con cuatro helicópteros UH-2H en el poblado Cuyacu, corazón del Valle del Monzón.
La acción, que estuvo dirigida por el comandante PNP Jhonel Castillo Mendieta, tenía por objetivo ubicar los laboratorios de drogas pertenecientes a los narcotraficantes conocidos como “Chahuita”, “Flaco Fresi”, “Upa Cholo” y “Chato Grover”.
Ya en las instalaciones, los policias encontraron en cada una de ellas aproximadamente 200 arrobas de hoja de coca en proceso de maceración. Los cinco laboratorios fueron destruidos de inmediato.
Sobre la cantidad de insumos químicos encontrados y destruidos, se sabe que en total se trata de alrededor de dos toneladas de los también denominados precursores los que fueron ubicados en la operación antinarcóticos.
Tres personas fueron detenidas
Ya cuando se encontraban de regreso a la ciudad de Tingo María, los policías encontraron una camioneta Station Wagon de placa TGW-245 que no se detuvo ante la orden respectiva, por lo que fue perseguida y alcanzada por las fuerzas de orden.
En el vehículo se encontraban el conductor Ceferino Vega Herberth (26) y tres pasajeros, los que fueron identificados como Fermín Sebastián Vega (49), Iván Vega Avendaño (21) y Ketti Trinidad Evangelista Vargas (38).
En el equipaje de los pasajeros fueron encontrados 3 kilos con 900 gramos de alcaloide de cocaína, 57 kilos de acetona y 24 kilos de carbonato de sodio. Todos fueron detenidos y trasladados vía aérea hacia la base antidrogas de Tingo María.
Cuyacu es zona altamente peligrosa
De acuerdo con fuentes policiales, el poblado de Cuyacu es una zona altamente peligrosa donde los traficantes de drogas contratan sicarios para asesinar a personas inocentes, tildándolos previamente de soplones.
Los cuerpos de las víctimas del tráfico ilícito de drogas serían, de acuerdo con las fuentes referidas, luego arrojados al río Monzón. Asimismo, los narcotraficantes abusan del poder que tienen en la zona violando a las mujeres y amenazando de muerte a cualquier transeúnte con sus armas de fuego.
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