Los agentes especializados del Grupo de Operaciones de Asalto Táctico en Jungla (GOATJ), de la Dirección Antidrogas (DIRANDRO), allanaron y destruyeron cuatro laboratorios rústicos de pasta básica de cocaína (PBC) en el valle del Monzón. La acción policial logró evitar la producción de 180 kilogramos de estupefacientes.
La intervención policial se realizó con el apoyo de cuatro helicópteros de la aviación policial en las cercanías de los poblados Cuyacu, Radión y Rinconada, donde operan los traficantes conocidos como Pato, Huachua y Rucu Mishu, los mismos que lograron fugar amparados por la espesa vegetación.
Los agentes llegaron a la zona y comprobaron la amplia actividad que se realizaba en el lugar. Los laboratorios se encontraban instalados a pocos metros del río Cuyacu, donde vertían a diario desechos químicos y contaminaban el afluente y el río Monzón.
Después de la destrucción de los laboratorios, fueron también incineradas más de dos toneladas de hoja de coca seca, que estaban almacenadas en más de cuarenta sacos de polietileno, listos para el proceso de transformación. Lo mismo se hizo con las tres toneladas de insumos químicos acopiados para la tarea delictiva.
Según se conoce, en el valle del Monzón, donde la producción de droga es alta, el precio de la arroba de hoja de coca ha tenido un notable incremento, al igual que los precios de la droga y los insumos químicos.