Un campamento senderista que habría sido refugio del líder terrorista «Artemio», identificado como José Flores León, fue hallado en la tarde del lunes último por la Policía Antidrogas de la base Santa Lucía en el sector Valle Grande-Magdalena, en el distrito de San Pedro de Cholón, provincia de El Marañón, departamento de Huánuco. La organización terrorista acostumbra levantar sus bases donde existen sembríos de coca ilegal para el abastecimiento del narcotráfico.
La ubicación se hizo en un rápido operativo helitransportado donde también participaron efectivos del Ejército Peruano de las Bases de Uchiza y Madre Mía.
Dadas las características del terreno, amplio y con alguna infraestructura básica, se presume que este campamento era utilizado para el entrenamiento físico e ideológico de los miembros del Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso (SL).
Al parecer, allí habitaban unas 80 personas, entre ellas 10 mujeres. Las viviendas rústicas se encontraban debajo de la espesa vegetación de la zona, con la intención de evitar ser vistas por las aeronaves policiales.
En el amplio terreno abandonado se encontraron también unas trincheras, que servían como puntos de vigilancia, así como trozos de maderas que se utilizaban a modo de tambos y una letrina. Pero, además, en las orillas de un riachuelo cercano, se hallaron maderas acondicionadas para el lavado de ropas.
Según los pobladores del lugar, el grupo senderista permaneció allí entre octubre y diciembre del año pasado bajo las órdenes de «Artemio», mando político del Comité Regional del Huallaga de SL. Ése fue el mismo lugar desde donde este líder terrorista dio una entrevista a un canal de televisión nacional ese mismo año. «En ese campo los senderistas jugaban fútbol y además era su campo de entrenamiento físico, nadie podía ingresar», dijo un poblador de Valle Grande, anexo aledaño al lugar.
La operación policial estuvo a cargo del mayor PNP, Villalta Rosales Fernández, jefe de la Base Antidrogas de Santa Lucía, quien manifestó que el hallazgo se ubicó a menos de un kilómetro del punto de pernocte del personal de erradicación.