Dos gigantescos laboratorios rústicos de pasta básica de cocaína destruyeron agentes especializados en la lucha contra el tráfico ilícito de drogas en el poblado de Manchuria, en el distrito del Monzón.
Cada una de las pozas estaba acondicionada para procesar 200 arrobas de hoja de coca. Para ello, los narcotraficantes contaban con abundante cantidad de ácido sulfúrico y una combinación de gasolina y petróleo, insumos clave en el proceso de transformar la hoja en droga..
La Policía Antidrogas estima que con esta operación se logró neutralizar la producción de aproximadamente 90 kilogramos de pasta básica de cocaína.
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