Policías especializados de la base antidrogas de Palmapampa, destruyeron este jueves, dos laboratorios de drogas en la localidad de Chaupimayo, distrito de San Miguel, en la provincia ayacuchana de La Mar.
Con la presencia del fiscal Alejandro Arriarán López, titular de la Primera Fiscalía Mixta del Distrito de Ayna San Francisco, los agentes antidrogas llegaron a Chaupimayo tras recibir informaciones de inteligencia que alertaban del incremento de acciones de personas vinculadas al narcotráfico en la zona.
En la parte alta de la localidad de Chaupimayo, se ubicó dos laboratorios de drogas en plena producción, con sus respectivas pozas de maceración y decantación, las mismas que fueron destruidos en el mismo lugar.
Asimismo se procedió a incinerar los insumos químicos encontrados, unos 75 galones de Kerosene, 35 kilos de Hidróxido de Calcio (Cal), 32 kilos de ácido muriático, 22 kilos de Hipoclorito de Sodio (Lejía), 2,800 kilos de detritus (coca ya procesada), así como 1,800 kilos de hoja de coca en proceso de maceración.
Se informó que con esta nueva acción contra el narcotráfico en la zona, se logró neutralizar la producción de 18 kilos de pasta básica de cocaína.
Hoja de coca seca ilegal
Ese mismo día, en otra acción de interdicción al narcotráfico de los efectivos antidrogas de la base de Palmapampa, se incautó 330 kilos de hoja de coca seca sin documentación, que era transportada ilegalmente hacia el centro poblado de Palmapampa.
En el patrullaje, los efectivos antidrogas intervinieron una camioneta pick up blanca, marca Nissan, Modelo Frontier, con placa de rodaje Nº PIR-046, cuyo conductor emprendió veloz fuga al notar la presencia policial.
Tras la persecución el personal policial detuvo al conductor del vehículo, Edgar Rojas Ccollana (38), identificado con DNI Nº 28294105, natural del distrito de Santa Rosa, La Mar, Ayacucho, y a las pasajeros Alina Martínez Palomino, (36), y Alicia Erizares Rodríguez, (33).
Asimismo, decomisó seis sacos de polietileno color negro conteniendo en su interior hoja de coca seca con un peso aproximado de 330 kilos que era transportado sin ningún tipo de documentación.