El analista en temas de narcotráfico y seguridad nacional, Rubén Vargas, consideró hoy que la poca presencia del Estado y la fragilidad de las instituciones contribuye a que el narcotráfico y el terrorismo hayan crecido en el Perú, lo que se refuerza con la relación que existe entre en el tráfico ilícito de drogas y la clase política nacional y regional.
«Para que el Perú sea hoy el segundo productor mundial de cocaína, significa que tiene que haber una relación entre el narcotráfico y la clase política nacional y regional. Cuando un gobierno regional se opone a la lucha antidrogas o a cualquier acción de control del Estado, como la erradicación, está beneficiando al narcotráfico», comentó en columna publicada en el diario El Comercio.
Dijo que, incluso en los niveles intermedios del Gobierno, existe participación directa en esta ilegal actividad. «Hay alcaldes y dirigentes cocaleros que están involucrados en el tráfico de drogas», afirmó.
Recordó, en ese sentido, que algunas de estas autoridades han sido capturadas in fraganti, cuando maceraban la hoja de coca o traficaban insumos químicos hacia el Monzón.
«Por eso los recursos económicos, logísticos y humanos tienen que estar dirigidos a enfrentar el narcotráfico”, finalizó.
Encuesta de Ipsos Apoyo respalda afirmaciones
Precisamente, el día de hoy, el diario El Comercio publica una encuesta de Ipsos Apoyo que señala que el 55 por ciento de los peruanos considera que existe una relación fuerte entre el narcotráfico y los partidos políticos, incluso los entrevistados opinan que las fuerzas políticas pagan favores a los traficantes.
Sobre la misma pregunta, el 29 por ciento indica que la relación entre el tráfico ilícito de drogas y la política se da solo en algunos casos. El 10 por ciento, entre tanto, dice que no existe vínculo.