Pobladores de zona fronteriza de Río Tambo denuncian invasión de terrenos para sembrar hoja de coca

Mario Jerí, comisionado para la Paz y el Desarrollo de Selva Central, indicó a INFOREGIÓN que la semana pasada visitó la comunidad fronteriza de Catumbo Qmtil, en el distrito de Río Tambo, provincia de Satipo, en la región Junín, colindante con la provincia de Pichari, en Cusco, y recibió las denuncias de la población de una invasión en unas 100 hectáreas de su comunidad que están siendo utilizadas para el sembrío de coca.
 
Jerí destacó que los pobladores se ven avasallados pues los invasores que han llegado a sembrar coca tienen armamento de diverso calibre.
 
«Los pobladores están amedrentados, no sienten la protección de la Policía y del Ejército y están pidiendo apoyo de las diferentes autoridades», recalcó el comisionado, lamentando la ausencia del Estado en el lugar.
 
Por otro lado, denunció que el municipio de Pichari está haciendo injustificadamente una carretera en esta zona ya que en el lugar no hay desarrollo agrario sino que al contrario, existe una grave deforestación, tala de madera y sembríos de coca, además de ser una zona desguarnecida y sin ningún tipo de seguridad.
 
«En la ladera de la carretera hay grandes montones de madera extraídos, estamos tratando de averiguar si son madereros de la zona, hemos pedido al INRENA para saber si tienen los permisos correspondientes, porque se precia las faldas de los cerros depredados y sembrados de coca», alertó.
 
Igualmente, el comisionado mostró su gran preocupación porque, al parecer, «la carretera está orientada o dirigida hacia una reserva comunal asháninka, espacio que debemos preservar»
 
El comisionado agregó que si se va a permitir que se haga una carretera en esta zona , se fomentará la depredación, la extracción de madera y la gente continuará quemando y arrasando los pocos terrenos agrícolas sin ningún tipo de proyección».
 
Ausencia del Estado


En ese sentido, lamentó que ningún programa social del Estado llegue a esa zona, razón por la cual dijo que se deben rediseñar algunos criterios en estos programas asistencialistas para que los más necesitados de estos alejados lugares del país puedan acceder a sus beneficios.
 
Igualmente, resaltó la necesidad de establecer programas de desarrollo agrícola. Por eso, saludó que el programa Sierra Exportadora esté trabajando el tema del cacao en la zona de Pangoa, ya que el año pasado había 60 agricultores y ahora son más de 400 trabajando en cacao. Así también, esta institución desea trabajar también con los campesinos del Ene.
 
Finalmente, lamentó que en estas zonas los que siembran coca ilegal quemen los bosques en forma indiscriminada en ambas laderas del río Ene. «No hay una cultura de sensibilizar a las comunidades nativas y colonos para que dejen esta práctica ancestral de rosear y utilicen otros criterios. Esperamos entrevistarnos con el ministro de Ambiente para ver la forma de hacer un plan de desarrollo efectivo de esas zonas».