Cerca de 30 pobladores del caserío Venenillo, ubicado al noroeste de Tingo María, llegaron hasta esta ciudad para expresar su disconformidad por la paralización que desde hace varios meses sufre la construcción del sistema de agua potable y alcantarillado para este poblado, responsabilizando a la constructora Templo, encargada del trabajo.
Los vecinos indicaron que la referida empresa no cuenta con la maquinaria necesaria para esta obra y cuestionaron la actuación de funcionarios del gobierno regional, que le dieron la buena pro el año pasado sin que cuente con los requisitos mínimos para hacerse de esta asignación. Incluso, la empresa recibió un adelanto de 700 mil soles, equivalente al 50% del monto total presupuestado.
Notoriamente molestos, los comuneros acudieron hasta la vivienda de la familia Templo y protestaron frente a ella, indicando que les darán un tiempo prudencial para que se reinicie la obra, caso contrario adoptarán medidas radicales.