En las alturas del distrito de San Marcos, en el caserío San Antonio de Juprog, un grupo de pobladores están produciendo papa nativa para revalorar este tradicional alimento propio de sus ancestros y como un modelo de negocio que busca dinamizar sus economías.En el campamento minero de Antamina se realizó la expoventa y degustación de dicho tubérculo. En dos días se vendió más de una tonelada a los trabajadores quienes llevaron decenas de bolsas de cinco kilos, incluso algunos llevaron 60 kg.
Los integrantes de la Asociación 5 Troncos del fundo Chipta Pinkullo, cuyos integrantes habitan en los caseríos de San Antonio de Juprog, Chipta y Pilluyaco, están produciendo papas nativas con abono natural, el uso de chaquitaclla y de manera cooperativa al mejor estilo de la tradicional minka, con el objetivo de apostar por una actividad productiva que conocen bien y sea rentable. Para esto, han buscado el apoyo de Antamina, quien les apoyó con las semillas certificadas, la asistencia técnica y asesoramiento en manejo de papas.
La reciente cosecha de papa nativa en su variedad huayro son grandes, sanas, arenosas y sabrosas, las mismas que les permitirán a los pobladores de esta asociación contar con buenas semillas para la siguiente campaña y la suficiente cantidad para comercializarla a mercados externos y dinamizar su economía local. Para la siguiente campaña están sembrando 11 toneladas de semillas con la participación de más grupos familiares.
Esta iniciativa de negocio comunitario se desarrolló bajo un modelo de gestión de suma de esfuerzos y voluntades, donde prima el diálogo, la tolerancia, el respeto a los usos y costumbres, demuestra cómo la actividad minera puede impulsar proyectos productivos rentables y sostenibles.